Gente
Los días tristes de Ana Obregón: "Me voy a un sitio donde no sea Navidad, no puedo soportarlo"
Informalia
A las puertas de las que confiesa serán las Navidades más tristes de su vida (sin sus padres ni su hijo), Ana Obregón ha reaparecido este lunes en la presentación del nuevo producto de una firma cosmética de la que es embajadora y cuyo caché dona, íntegramente, a la Fundación que lleva el nombre de su hijo.
P: Muy buenos días, Ana.
R: Muy buenos días a todos y gracias por venir. He estado cuatro años que no tenía muchas fuerzas para enfrentarme yo sola a esto, pero le tengo un cariño especial a esta marca porque fue un contacto gracias a mi hijo, y todo lo que gano como imagen, lo dono a la fundación de mi hijo, a la Fundación Aless Lequio, que estamos investigando sobre todo cáncer infantil y eso es lo que más me emociona, ¿no? Pensar que puedo trabajar para ayudar a los demás y de hecho ya este viernes vamos a financiar un ensayo muy importante, es un Sarcoma de Ewing, que es lo que tuvo mi hijo.
P: Dices que no te cuidas nada, pero estás espectacular.
R: La verdad es que nunca me ha importado menos lo que parezco por fuera porque todo esto es mentira y lo importante es lo que sale del corazón y proyecta.
P: Me imagino que las Navidades difíciles con las ausencias.
R: Sí, la verdad es que yo estas Navidades, como desde hace dos años, yo no celebro... De hecho, ni adorno ni nada porque ¿para qué? Si estoy sola. Me voy solita a un sitio el día 23 o el 24 por la mañana y así no pienso que es Nochebuena. Me cogeré mi tren o mi avión, todavía no lo tengo decidido para que no vengáis, y estaré allí sin pensar que es Nochebuena. No puedo pensarlo, estas navidades me faltan mis padres y mi hijo y no puedo.
P: Pero cierras un año profesionalmente bueno.
R: Claro, lo profesional es importante. Estaré el día 31, soy consciente que va a ser duro para mí. Acompañada por Los Morancos, van a ser unas Campanadas como la película de Sonrisas y lágrimas. La gente se va a reír muchísimo, pero siempre habrá lo que siempre enseño que es mi corazón y la emoción, el valorar lo que es importante en la vida que es el amor.
P: ¿Se notará la ausencia de Anne Igartiburu?
R: Yo la adoro. La voy a echar muchísimo de menos pero ella ya ha creado historia en las Campanadas durante 14 años. Ella es una gran persona y eso es lo importante.
P: El año pasado no pudiste darlas a última hora por el covid. ¿Utilizarás el vestido del año pasado o tendrás un vestido nuevo?
R: El año pasado no pude por el covid y fue tremendo porque teníamos el vestido, habíamos rodado la promo... Este año, cuando vuelva de ese lugar al que me voy, me voy a meter en mi casa con mascarilla aunque esté sola y no me voy a mover de casa hasta el día 31 que me lleven a la puerta del Sol. Creo que este año van a ser unas Campanadas históricas, van a reflejar un poco qué vivimos el ser humano porque la vida es agridulce, es claroscuro y eso es lo que se va a vivir.
P: Estamos esperando también el libro que estás escribiendo.
R: Estoy encerrada en mi casa escribiendo. Llevo cuatro meses escribiendo, es un homenaje a mi hijo. El libro se llamará El chico de las musarañas porque a mí mi mami, cuando era pequeña y me quedaba pensando, decía "estás pensando en las musarañas", entonces yo también se lo decía a mi hijo porque se ausentaba. Él empezó a escribirlo cuando empezó el tratamiento de quimio y quería terminarlo pero no le dio tiempo. Está siendo duro, pero ese libro que él quería publicar y donarlo a la investigación será como el corazón de mi libro. Yo escribiré un antes y un después y todo irá a la fundación de mi hijo.
P: ¿Te está sirviendo como terapia?
R: Escribo con las lágrimas y es como una montaña rusa de sentimientos. Es una historia de amor muy cruel de una madre y un hijo, eso es lo que es.
P: Hace poco que conociste a Elena Huelva.
R: Elena es maravillosa. Hablamos todos los días, lloramos juntas, le doy esperanza porque la hay y es una guerrera. Son lecciones que nos da de vida, tanto mi hijo como ella o como muchos que son anónimos, nos dan una lección de vida de lo que es importante. Es una inspiración. Me ayuda mucho ayudar a los demás. Yo antes cuidaba de mi padre, de mi madre, de mi hijo y ahora como no tengo a quien cuidar pues me ayuda. Ayudar a los demás me ayuda.
P: María Escario también está pasando un delicado momento, no sé si has hablado con ella...
R: No he hablado con ella pero desde aquí la mando un beso. Desgraciadamente es lo que pasa en España, hay 300 muertes diarias de cáncer.
P: ¿También tienes relación con Sara Carbonero? Hace poco la operaron de nuevo...
R: Sara es otra guerrera por mucho que no les guste que les llamen así. Es una batalla. Yo lo he vivido de la mano de mi hijo, es una guerra. No hay ni ganadores ni perdedores, son todos héroes.
P: Cuando acudes al hospital y estás con los niños, ¿no se parte el alma?
R: Es que el alma ya la tengo rota y lo único que me ayuda quizá a que vuelva a su sitio todo es estar con las madres, estar con ellos y darles esperanza.