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Jesulín llama al orden a su madre para que no se vaya de la lengua: la vida secreta de los Janeiro


    Informalia

    A Jesús Janeiro le ha molestado muchísimo que su madre Carmen Bazán haya confirmado a un periodista que su hijo pequeño fue bautizado en secreto. Y la ha llamado al orden para que deje de irse de la lengua.

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    El torero impuso el silencio a los suyos para que no desvelaran datos de su vida personal y la de su mujer, María José Campanario, quiere ser él quien maneje los hilos y aprovecharse de determinadas situaciones para vender exclusivas a su revista de cabecera, la del saludo. La matriarca rompió el pacto de silencio, seguramente sin quererlo, y cuando se dio cuenta de su error ya era tarde para subsanarlo. No había el menor atisbo de malicia ni de molestar a su hijo. Fue por pura ignorancia, o inocencia, le pudo la ingenuidad.

    Lo que extraña es que hace mucho tiempo que no se ve juntos a la madre y al hijo. O se esconden muy bien o se citan muy poco. Hace años, las reuniones familiares eran mucho más frecuentes. Las malas lenguas dejan entrever que la aparición de la Campanario en la vida de Jesulín marca un antes y un después en las relaciones entre los Janeiro. Y no precisamente para bien.

    Con tanto secretismo, no se sabe si la primogénita del torero, Andrea, estuvo invitada a la ceremonia bautismal. Ni si la hija de Belén Esteban y Jesús mantiene contacto cercano con su progenitor, con la esposa de este y con sus hermanos. No existen imágenes que certifiquen una relación familiar normal.