Kendall Jenner y el problema de su piercing en el pezón: ¿por qué se lo ha quitado?
- La modelo reaparece sin sin él
Informalia
Tener un piercing en el pezón es para muchos simplemente arte corporal. Tanto hombres como mujeres lo llevan por motivos estéticos, pero también un piercing puede incrementar la sensibilidad en el pezón y agrandar los pezones pequeños o planos. No sabemos cuál es la razón que llevó a Kendall Jenner a poner uno en el izquierdo hace más de un año, incluso a pesar del consejo de su familia. Pero la semana pasada se lo había quitado y en imágenes recientes comprobamos que la decisión es permanente. ¿Por qué lo ha hecho?
Kendall Jenner estaba segura a sus 20 años (ahora tiene 21) de hacerse un piercing en su pezón izquierdo. La proyección mediática de la modelo es tal que ese pequeño detalle de su vida desató torrentes de tinta y se escribieron hasta tratados sobre el asunto: que si era obligatorio que lo hiciera en un salón de perforación limpio y profesional, que si el cuidado posterior y la rutina limpieza...
Lo cierto es que si hace un año veíamos que su pezón continuaba con el piercing gracias a unas imágenes de la maniquí con transparencias en el festival de Coachella, o a su Instagram, pero ahora parece que ya no lo lleva y en varias imágenes reciente no queda marca. Ni rastro. O se lo ha quitado definitivamente o al menos ya no presume como antaño. ¿Qué pasa con el piercing en el pezón de Kendall Jenner? ¿Fue tal vez tras la caída que sufrió con su bicicleta?
La joven Jenner llevó a cabo su deseo en un lugar con licencia de funcionamiento, con los estándares de salud garantizados, con autoclave para esterilizar joyería y otros materiales y de que la modelo evaluó antes de dar el paso las ventajas y desventajas de tener un piercing en su pezón.
Seguramente se preguntó si era algo que querría seguir teniendo en el futuro o si afectaría a su vida o relaciones de alguna manera. Entre las ventajas pensó en la estética pero también en que llevar una joya ahí aumentaría la sensibilidad en el pezón. Está probado que esa zona al ser estimulada constantemente con el piercing se hace más sensible. También puede incrementar el tamaño de un pezón pequeño (los suyos no son grandes) y evitar que se convierta en uno plano, lo cual incluso puede ser útil para la lactancia materna.
Pero también debió pensar antes de decidirse que hacerse un piercing en el pezón podía ser algo doloroso y que tardaría hasta un año en cicatrizar por completo. Además, como decíamos, si el piercing no se cuida adecuadamente, puede infectarse, lo cual puede ser peligroso, especialmente para las madres en periodo de lactancia. No era el caso.
Kendall decidió además que ella no quería un anillo sino una barbell horizontal. Los anillos son la opción más popular, pero los piercings barbell son los mejores para las personas que practican deporte de contacto, ya que son menos propensos a ser arrancados. No es probable que haya sufrido un enganchón.
En cuanto a la joyas, el tipo de piercing más seguro para ponerte en el pezón es acero inoxidable en forma de anillo o acero tipo barbell usado en implantes médicos. La joyería contiene grandes cantidades de níquel que no debe ser usado, ya que puede causar infecciones y reacciones alérgicas. Parece que Kendall tuvo en cuenta esto porque a la vista parecía que se tratataba de una pieza de acero. Tampoco parece que se lo quitara por alergia.
El dolor no debe ser el problema si resistió cuando se lo pusieron y después estuvo meses con él. El dolor que se siente al hacerse un piercing en el pezón depende del umbral del dolor de cada uno pero no parece que Kendall sea miedosa a las operaciones. Algunas personas lo consideran muy doloroso, mientras que otras creen que es algo leve. La mayoría de personas comparan la sensación con ser pinchados o mordidos de una manera fuerte. Hacerse un piercing en el pezón es muy rápido, y sólo habrá un par de segundos de dolor antes de que la sensación pase.
Tal vez la falta de tiempo de Kendall pudiera haberla llevado a prescindir de su juguete. Limpiar el piercing una vez al día al principio o cada dos o tres días después (usando un suave limpiador antibacteriano, no vale la ducha normal) es obligatorio para mantener la higiene.
Para limpiar el piercing conviene llevar a cabo un pequeño rito que lleva un rato: hay que mojar el piercing del pezón en agua durante unos minutos, luego derramar una o dos gotas del limpiador en la mano y frotar hasta que se haga espuma. Luego hay que aplicar la espuma al pezón y extenderla hasta el piercing girando suavemente el anillo o deslizando el piercing barbell hacia atrás y adelante.
A continuación hay que dejar que la espuma se quede en el pezón durante un pare de minutos más antes de enjuagarse con agua limpia. Luego hay que secarse, pero usando una toalla de papel para el piercing porque las toallas pueden albergar bacterias y pueden ocasionar ocasionar infecciones. El exceso de limpieza del piercing puede causar la sequedad e irritación del mismo.
Otro problema del piercing es el cuidado durante la noche o el descanso: Kendall, como todas las personas con un piercing en un lugar tal expuesto y delicado, debía cubrirlo para que no se enganchara con ropa o sábanas y sufra una arranque al levantarse. Un sostén para dormir es lo recomendable y a lo mejor no le gustaba llevarlo y optó por quitarse la joya.
Tampoco es compatible el uso de sostenes de encaje, especialmente si el piercing es de anillo, porque puede engancharse. Pero el de Kendall ea recto.
Tomar el sol también exige precauciones si llevas un pìercing ahí: y a Kendall los yates y la playa le encantan. Tengamos en cuenta que el pezón perforado debe evitarse poner productos como protectores solares, aceite de bebé o aceite del árbol de té, ya que pueden causar irritación en la piel.
Por otra parte, si Kendall cogido la mala costumbre de tocarse o jugar con su piercing, y no podía evitarlo al hacerlo sin darse cuenta, es mejor que haya optado por quitarlo. Si bien el cuidado debe ser extremo en el proceso de cicatrización, cuando las bacterias de las manos pueden entrar fácilmente en la herida, tampoco conviene hacerlo, incluso después de que se haya cicatrizado.