Estilo de Vida

El Guggenheim de Bilbao acoge la obra del escultor italiano Giovanni Anselmo

‘Particolare’, 1972–74. Foto: Paolo Mussat Sartor. ‘Interferencia’ (1969). Préstamo de la Fondazione per l’Arte Moderna e Contemporanea CRT.

Ana Gómez Viñas

El centro expositivo alberga el trabajo del artista considerado el mayor exponente del llamado Arte Povera (Arte Pobre), que explora en la Naturaleza a través de materiales como rocas, madera y cristal.

El Guggenheim de Bilbao alberga la exposición Giovanni Anselmo. Más allá del horizonte. Un viaje artístico por el legado del italiano a través de sus obras más emblemáticas, que llega a España dos meses después de su muerte, el pasado diciembre, a los 89 años. De hecho, Anselmo estuvo muy implicado en esta exposición del Guggenheim. Nacido en Borgofranco d'Ivrea, en 1934 y fallecido en Turín, en 2023, el escultor concibió esta retrospectiva como un recorrido por el espacio, el tiempo, la orientación, los campos magnéticos y las fuerzas gravitacionales del planeta, sus campos de trabajo y de inspiración.


En esta exposición, con más de 40 obras entre dibujos, esculturas, fotografías, proyecciones e instalaciones, vemos el enfoque creativo de un artista que bebe de la energía que rigen el universo. Más allá del horizonte nos brinda la oportunidad de conocer el trabajo del escultor sobre una gran diversidad de materiales, como Sin título (1966), una fina barra de hierro que desafía la estabilidad a la mínima vibración; o Escultura que come (1968), un bloque de granito y la descomposición de una lechuga fresca como expresión de la transformación de la energía. Referente del Arte Povera (Arte Pobre) de la Italia de los años sesenta, Anselmo eludió etiquetas y cultivó un estilo muy personal, al margen de tendencias.

Sin título (Escultura que come), 1968. Granito, cobre y lechuga. Citadellarte - Fondazione Pistoletto, Biella ©Giovanni Anselmo

La sombra en el volcán

En 1965, su trayectoria dio un vuelco al experimentar la disolución de su "propia sombra en el infinito" cuando se encontraba en la cima del volcán Estrómboli, en la isla italiana del mismo nombre, en el mar Tirreno. Así queda documentado en una famosa fotografía que puede verse en esta exposición. Fue entonces cuando el artista tomó conciencia del universo que se encuentra en constante transformación y de cómo representar esos cambios a través de sus materiales. Destacan el granito, que forma parte de la obra Dirección (1967-1968); y los bloques de piedra suspendidos sobre un lienzo con cables de acero, que vemos en Sin Título, (1984-1991). Más ejemplos: Hacia ultramar, con piedras, lienzos y pintura mural. La muestra se puede visitar hasta el 19 de mayo.