El motivo por el que no se debe comer carne el Miércoles de Ceniza
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Cientos de pueblos en todo el país están inmersos en los Carnavales en estas fechas. Se trata de una fiesta que se fija en el calendario en función de la Semana Santa. Precisamente, este 22 de febrero tiene lugar el Miércoles de Ceniza, dando comienzo a la Cuaresma, un período de 40 días que conduce a los cristianos practicantes hasta la Semana Santa.
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El Miércoles de Ceniza sirve, según la Iglesia, para que los fieles religiosos confiesen sus pecados y pidan perdón ante Dios para así poder enfrentarse a la Cuaresma y acompañar a Jesús en la Pasión, Muerte y Resurreción.
Tal y como explica el Misal Romano (el libro litúrgico de la Iglesia católica), en la Misa del Miércoles de Ceniza se bendice y se impone en la frente de los fieles la ceniza en forma de cruz. La ceniza, por cierto, proviene de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior y es un símbolo de humildad.
Esta imposición de cenizas tiene su origen en una antigua tradición hebrea. Era un símbolo que representaba la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados. De ahí a que los judíos se cubriesen todo el cuerpo de ceniza y se vistieran con un saco de tela para acercarse más a Dios. Los cristianos adoptaron esta costumbre y se generalizó a finales del siglo IV.
'Carnem-velare': dejar la carne
La Iglesia también llama al ayuno en esta jornada. Al igual que ocurre el Viernes Santo, los fieles mayores de 18 años y menores de 60 solo pueden hacer una comida fuerte ese día. Además, desde entonces, da comienzo la época de abstinencia de carne todos los viernes de Cuaresma para mayores de 14 años.
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Además, Paralelamente al Miércoles de Ceniza, se celebra el Entierro de la Sardina. Se trata de un evento que finiquita al Carnaval y cuya palabra procede del latín 'carnem-velare', que significa dejar la carne. En el pasado, era una fiesta pagana que duraba días y en la que todos los presentes disfrutaban de una buena comilona para despedirse de la carne en la Cuaresma.