Así puedes vivir 13 años más, según el bioquímico Valter Longo (la clave está en el ayuno)

Esta semana moría la persona más anciana del mundo: Lucile Randon. Esta religiosa francesa, que era conocida como la hermana André, fallecía a los 118 años. "No tengo ningún secreto de longevidad", decía. Lo cierto es que su entorno dice que era una mujer con un gran sentido del humor, muy habladora, y que cada día se bebía una copa de oporto y comía un poco de chocolate.

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Llegados a este punto, nos preguntamos si existe algún secreto que desconozcamos para vivir más de 100 años. Sabemos que la alimentación es un pilar fundamental para tener un estilo de vida saludable y gozar de buena salud. No obstante, cada vez más, la ciencia investiga en el campo del envejecimiento.

Valter Longo es conocido a nivel mundial por sus trabajos sobre el envejecimiento. Es director del Instituto de Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Universidad del Sur de California. Sus investigaciones en las revistas Science o Nature le han llevado a ser nombrado como una de las 50 personas más influyentes en el cuidado de la salud por la revista TIME.

Dieta mediterránea y ayuno

Este bioquímico asegura que es posible vivir más de 100 años siguiendo una dieta mediterránea readaptada y un ayuno de 10-12 horas, entre la cena y el desayuno. Según su teoría, esto ayudaría a reducir la resistencia a la insulina, la presión arterial y otros factores de riesgo.

"Si hacemos la dieta del ayuno intermitente, combinándola con la dieta de longevidad, sí que se podría llegar a añadir 20 años más a la esperanza de vida", afirma Longo que añade que si se empieza a hacer con 20 años hasta los 60, se pueden ganar 13 años de vida. Y a partir de los 60, se ganan nueve años más.

Pocas proteínas, muchas verduras

Las claves de la dieta de la longevidad son: porcentaje bajo de proteínas (y preferiblemente de origen vegetal); eliminar la carne roja y limitar la blanca; reducir al máximo los azúcares y las féculas, comer pescado un par de veces por semana y aumentar la ingesta de verduras y legumbres.

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Por último, Longo aclara que se puede beber una copa de vino al día, dos o tres tazas de café y mucha agua. ¿Y ejercicio? El bioquímico dice que es suficiente con hacer de forma moderada, lo que se puede traducir por caminar rápido o subir escaleras todos los días.