Estilo de Vida

Manuel Vicent novela la vida de la gran Concha Piquer, la reina de la copla


    Ana Gómez Viñas

    Lejos del mito de la reina de la copla y de su baúl (no era uno, eran 20), Manuel Vicent dibuja en Retrato de una mujer moderna a una artista rompedora en la España de Franco.

    Valenciana, artista y apasionada. Una joven Concha Piquer recoge los aplausos del público en el Park Theatre de Broadway. Era 1922. Poco antes, una niña analfabeta salía de su huerta natal y llegaba a la meca de la escena teatral de la mano del maestro Manuel Penella, su descubridor. La mafia, un homicidio, su éxito en Cuba y en México ilustran el comienzo del relato de Manuel Vicent Retrato de una mujer moderna (Alfaguara), el nuevo libro del escritor que además comparte con su musa su tierra natal.

    Elegante, glamourosa, con dinero en el bolsillo, amantes varios y un hijo secreto, Piquer regresa a España después de hacer las américas. En su vida se cruzarán Vicente Blasco Ibáñez, Federico García Lorca, el torero Antonio Márquez, políticos, boxeadores, actores y actrices. A través del apasionante retrato de la cupletista, Vicent reconstruye los años de una España de Franco, con su posguerra y su reconstrucción desde los escombros.

    Vicent (Vilavella, Castellón, 1936), autor de Tranvía a la Malvarrosa, reivindica en la biografía ficcionada de la valenciana la figura de la artista y la persona como una "mujer empoderada" de su tiempo. Adelantada a su generación, Concha fue "una rebelde" y "una profesional" en aquellas décadas de dictadura en España.

    El 'show business'

    Vicent tuvo la oportunidad de conocer a la Piquer en una entrevista en los años 80, años después de su retirada de los escenarios. "Bajo su arte y su maravillosa voz, hubo una mujer profesional y desafiante que defendía su forma de ser y actuar", reveló a Europa Press.

    El autor recrea ese Broadway neoryorkino del siglo pasado, el show business, el markéting primigenio y el público entregado. Piquer trajo a España toda esa cultura del espectáculo. Trabajó mano a mano con Manolo Caracol, a quien echó de la compañía por sus excesos con el alcohol. En nuestro país había censura y ella tuvo que sortearla.

    "Apoyá en el quicio..."

    Llegó a pagar multas de 500 pesetas de la época por Ojos verdes. Mítica canción de la copla, compuesta por Manuel Quiroga en los años 30, con Rafael de León y Salvador Valverde como letristas. Durante el franquismo, el corte sufrió la mano del censor e incluso se prohibió su radiodifusión. Se cambió el verso "apoyá en el quicio de la mancebía" por el casto "apoyá en el quicio de tu casa un día". El baúl de la Piquer también pasa por las páginas de Vicent, quien asegura que "no era uno, sino 20. El de toda la compañía", zanja.

    El autor ha confesado a Efe que escuchaba la voz de Concha cuando era pequeño y que sus canciones evocan parte del siglo XX: "Me llevan a aquel mundo, que es la forma de entender un tiempo y hacer un ruedo ibérico de la historia de España". Y remata con una frase: "Escuchas Tatuaje' y toda la posguerra te salta a la cara"

    Manuel Vicent también es autor, entre otras, de Contra Paraíso, Ava en la noche, La novia de Matisse, Lecturas con daiquiri y Son de Mar (Premio Alfaguara de Novela 1999), que fue llevada al cine en 2001 por Bigas Luna, con guion de Rafael Azcona.