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¿Adiós a una tradición? Por qué las tapas de Granada podrían dejar de ser gratis
Informalia
Granada es conocida mundialmente por la Alhambra, ese majestuoso conjunto de palacios y jardines declarado hace 25 años como Patrimonio de la Humanidad, pero también lo es por sus tapas. Millones de visitantes recorren cada año las calles de esta ciudad andaluza en busca de los bares más típicos.
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Ensaladilla, croquetas, jamón asado... Las hay de infinidad de clases y para todos los gustos. Acompañadas de una caña de cerveza o un buen refrigerio, esas pequeñas y exquisitas porciones de comida permiten conocer la gastronomía local. Pero lo mejor de todo es que las tapas son gratis con la consumición.
Pero este chollo puede llegar a su fin, después de que el alcalde de Granada, Paco Cuenca, mostrara a favor de empezar a cobrar las tapas en el certamen gastronómico Saborea sin Prisa. "No vamos a promocionar más tapas gratis, nunca más. Las tapas hay que pagarlas porque son alta gastronomía", dijo.
"Las tapas hay que pagarlas porque son alta gastronomía"
El edil socialista reavivó así un viejo debate en torno a la gratuidad de las tapas. "Si hablamos de gastronomía hay que potenciar que la gente tenga razones para quedarse a dormir más tiempo y uno de esos enganches es quedarse a almorzar o cenar", declaró. Granada, por cierto, es una de las cinco provincias de España que no tiene estrella Michelin.
Ante el revuelo formado, Cuenca matizó diciendo "que nadie va prohibir las tapas gratis, ni mucho menos las tapas en Granada". "Si el establecimiento lo quiere aquí hay unas tapas magníficas gratis pero, además, hay una excelente gastronomía y no podemos permitir que la tapa gratis tape que aquí hay una carta. Puede haber tapas gratis, pero también tapas con un poquito de pago porque son auténticos bocados gourmet", aseguró.
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Esta medida de acabar con una de las señas de identidad ha provocado las críticas de los hosteleros de Granada. Una de ellas fue la de Arancha Barracina, propietaria de un bar de la ciudad, que fue recogida por las cámaras de Espejo Público. "No estoy nada de acuerdo porque nosotros somos bares de tapas, no somos restaurantes", dijo explicando que para justificar la tapa sube un poco el precio de la bebida.