Estilo de Vida

La nueva carta de BAAN, más tailandesa (popular y sofisticada) que nunca

    El restaurante BAAN ha renovado su carta de platos tailandeses y ha incorporado propuesta tradicionales y populares del street food del país.

    Mabel Figueruelo

    El restaurante tailandés de referencia en Madrid refuerza su propuesta de mediodía con platos fuera de carta que irán renovándose cada mes y que rinden culto a la Tailandia más callejera.

    El restaurante de Víctor Camargo se ha marcado un propósito para este año: convertirse en el templo de la comida tailandesa en la capital. Bueno, en realidad, dos, porque también se propone hacernos viajar a través de sus platos sin salir de la ciudad. El restaurante tailandés de referencia en el barrio de Salamanca renueva su propuesta con elaboraciones más thai que nunca, como el pad thai de pulpo asado con edamame, una reinvención del banh mi con láminas de pastrami, o una costilla de vaca ahumada al momento. Eso sí, con un toque muy nuestro de la mano de la mejor materia prima posible: cerdo ibérico, vaca gallega y pescados y mariscos de lonja. "Nuestra idea es la de ofrecer un recorrido de treinta o cuarenta platos diferentes y muy reconocibles de la gastronomía tailandesa", señala el chef, Víctor Camargo.

    Pad thai de muslo de pollo marinado en aceite de chiles y Curry amarillo de tamarindo y lima con carrillera de cerdo ibérico.

    Entre las nuevas incorporaciones fuera de carta, pad thai de muslo de pollo marinado en aceite de chiles, curry amarillo de tamarindo y lima, o satay de cordero marinado en cúrcuma y especias.

    Street food (muy) sofisticada

    Con esta propuesta, que se compone de cuatro platos que irán cambiando cada mes durante los mediodías, BAAN quiere rendir culto y mostrar otra cara de Tailandia, con elaboraciones sencillas que recuerdan a las que pueden verse en los puestos callejeros del país, creando el contrapunto perfecto al resto de la carta.

    Tiradito de lomo de atún rojo y tarta de queso fluida con miso blanco, que se sirve caliente, dos imprescindibles de la carta.

    El pad thai, el plato popular por excelencia en Tailandia, es una combinación de sabores frescos y sofisticados, como el propio espacio. También el tiradito de atún con encurtidos, uno de los platos estrellas de la carta. El otro atractivo, rotundo, de la carta es el equilibrio entre los ácidos, salados, dulces y picantes. Las samosas rellenas de curry suave, con coliflor, boniato, queso de cabra con chutney de ciruelas, tamarindo y hierbas aromáticas es un buen ejemplo de la potencia en la combinación de sabores. Y los dumplings rellenos de cerdo ibérico, con una emulsión de chiles ahumados y soja de ajo negro que está –literalmente– para mojar pan. Fuera de carta hay un naan caliente y esponjoso, con semillas de girasol. Una buena opción ante la avalancha de ingredientes, mezclas y sabores: dejarse aconsejar por el magnífico servicio de sala. Y no olvidar los postres. BAAN incorpora el merengue crujiente con cassis, fruta del dragón y lichee son salsa de frutos rojos, una versión de la típica tarta pavlova, pero guarda en su interior frutas exóticas como la pitaya, un postre que se suma en su lista de clásicos en los que sobresale la espectacular tarta de queso fluida (caliente) con miso blanco.