Cómo trasplantar una planta de forma correcta: los pasos que tienes que seguir

Casi sin darnos cuenta, ya nos hemos metido de lleno en el mes de febrero después de un enero frío y en el que apenas ha habido precipitaciones. La primavera está a la vuelta de la esquina y muchas personas se preparan para decorar sus balcones o tener a punto sus terrazas con sus plantas para que estas florezcan en los próximos meses.

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Uno de los cuidados más importantes que estas requieren son los trasplantes, los cuales ayudan a fortalecer y mejorar su crecimiento. También hay quien realiza esta tarea por un simple deseo estético personal. Sea como fuere, la labor es a priori sencilla, pero conviene recordar una serie de pasos para realizarla correctamente.

¿Cuándo trasplantar una planta?

Lo primero que tienes que saber es que el momento idóneo para trasplantar una planta es la época previa a su floración. No conviene hacer este proceso cuando el vegetal tenga flores, aunque sí se debe hacer cuando sí haya cuando la acabamos de comprar y la maceta es muy pequeña. 

Así las cosas, la mejor temporada para un trasplante es a finales del invierno y comienzos de la primavera, es decir, sobre estas fechas en la que nos encontramos. Hay que tener en cuenta también los ciclos concretos de la planta si el trasplante va a realizarse en exterior.

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¿Y cuándo es el mejor momento del día para realizar el trasplante? Siempre se recomienda hacerlo lejos de las horas de sol para ahorrar a la planta a luchar contra el calor mientras se hace a su nueva ubicación. Por tanto, lo suyo sería hacerlo temprano o al atardecer o en un día nuboso.

¿Qué materiales necesito para un trasplante de planta?

Los materiales que necesitas para llevar a cabo el trasplante de una planta son los siguientes: 

- Tijeras de poda

- Pala de jardinería

- Nueva maceta

- Sustrato adecuado a la planta

- Agua para regar

- Arena de río o fertilizante

- Arcilla expandida 

- Guantes de jardinería o desechables

¿Cómo hacer un trasplante de planta?

Si vas a trasplantar una planta sigue estos pasos:

1. Antes de retirar la planta de su maceta, lleva a cabo un saneamiento general: revisa sus hojas y tallos y elimina aquellos que estén secos o en mal estado.

2. La nueva maceta ha de ser mayor que la anterior. Prepara su base creando una capa de drenaje de varios centímetros de arcilla para que el exceso de agua fluya si la maceta no tiene agujeros.

3. Mezcla el sustrato con arena de río y fertilizante y ponlo en el nuevo recipiente.

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4. Extrae la planta de la maceta anterior. Puedes ayudarte de la pala o tumbado el contenedor y haciendo un poco de presión para sacarla poco a poco. Si el vegetal está en el jardín, tendrás que cavar un poco alrededor.

5. Revisa las raíces de la planta y desenrédalas en el caso de que estén muy compactadas para que en su nueva ubicación pueda absorber mejor los nutrientes. Retira también los restos de tierra que puedan tener.

6. Coloca la planta en la nueva maceta, de forma que las raíces queden enterradas por completo. Rellena los espacios vacíos de tierra, procurando dejar unos centímetros libres entre la tierra y el borde de la maceta para que no se salga cuando riegues. 

7. Presiona el sustrato con las manos para evitar que queden bolsas de aire. Riégala para humedecerla.

8. Deja reposar la planta durante dos o tres días en una zona luminosa, pero que no reciba de forma directa la luz solar. Pasado este tiempo, ya la puedes poner en su nueva localización.