Los trucos infalibles para que las legumbres no den gases: esto es lo que tienes que hacer
- Es un alimento fundamental de la dieta mediterránea, rico en proteínas y fibra
- Su contenido en azúcares oligosacáridos son las culpables de las flatulencias
Informalia
No hay nada mejor que tomarse un buen plato de lentejas o de fabes para combatir las bajas temperaturas de esta época del año. Las legumbres son uno de los pilares de la dieta mediterránea por su alto contenido de proteínas y fibra, que ayuda al tránsito intestinal, además de otros elementos como calcio, fósforo, magnesio, yodo y potasio.
Son también el gran aliado para mantener una excelente salud cardiovascular. Según la Fundación Española de Nutrición, comer legumbres reduce hasta un 14% el riesgo de infarto y disminuye los niveles de colesterol malo. Eso sí, conviene tomarlas sin un trozo de chorizo o tocino.
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Sin embargo, consumir legumbres tienen un pequeño pero: las flatulencias. La razón por las que dan gases es su contenido en azúcares oligosacáridos no digeribles, que son resistentes al ácido gástrico. Al entrar en el intestino grueso, las bacterias que hay los fermentan provocando los gases.
Qué hacer para que las legumbres no te den gases
Con todo esto sobre la mesa, ¿nos podemos anticipar a estas digestiones pesadas? La respuesta es sí y te damos varios trucos para remediarlo. Uno de ellos es dejarlas en remojo toda la noche. Con esto conseguimos que las membranas de la piel que las recubre se disuelvan liberándose los odiados oligosacáridos.
Otro consejo para evitar los gases con las legumbres es cocerlas añadiéndoles especias como, por ejemplo, comino, romero, hinojo, clavo o menta. La explicación es que todos estos condimentos son carminativos, lo que quiere decir que ayudan a evitar la producción de gases.
Los expertos también señalan que tomar legumbres en forma de purés pueden evitar las flatulencias, ya que al cocinarlas a fuego lento los azúcares se descomponen. Por último, un remedio de oro y que casi nunca falla es comer lento, esto es masticar sin prisas y triturar bien las legumbres para facilitarnos la digestión.