Casas Reales

El gesto romántico del príncipe Enrique con su novia, Meghan Markle


    Informalia

    Mucho se había hablado sobre la asistencia o no de la actriz a la boda de Pippa Middleton. El sábado la duda fue resuelta: Meghan no fue a la ceremonia pero sí al banquete y la fiesta tras el enlace. Fue su novio, el príncipe Enrique, quien posibilitó a la intérprete ser parte de la celebración, ya que acudió personalmente a buscarla en coche al hotel en el que se encontraba en Berkshire.

    El príncipe Enrique y Meghan Markle tenían un plan muy estudiado. La actriz voló de Canadá a Londres este martes, donde se reunía con su novio. La pareja se hospedó en el palacio de Kensington hasta el mismo día de la boda de Pippa Middleton este sábado, fecha en la que viajaron de madrugada hasta Berkshire, el pueblo donde se celebró el enlace.

    Según Daily Mail, allí se alojaron en una suite privada para poder cambiarse sin ningún tipo de presión. Allí esperó Markle mientras se oficiaba la ceremonia religiosa de Pippa y James Matthews, a la que sí acudió el príncipe Enrique. Una vez terminada, éste fue a recoger a su chica al hotel y juntos eran fotografiados a su llegada al convite en el interior del vehículo.

    Las razones por las que la actriz acudía más tarde son varias. En primer lugar, porque existe una tradición británica que establece que ningún miembro de la realeza puede acudir a un acto oficial con una relación que no haya pasado por el altar anteriormente ('no ring, no bring'). Por otro lado, ambos protagonistas son conscientes de la expectación que produce su aparición y no querían eclipsar a la novia.

    "El príncipe sabía que ese era el gran día de Pippa y él y Meghan decidieron que no querían eclipsarla", ha contado una fuente a The Sun. Por otro lado, este mismo medio asegura que ha sido el propio Enrique el que no ha querido que Markle estuviera en la recepción oficial para que la prensa no especulara con un próximo paso por el altar.

    En cualquier caso, parece que la relación entre la actriz y el miembro de la realeza británica va viento en popa y, posiblemente, ellos sean los próximos en darse el 'sí, quiero'.