Casas Reales

Cristina busca colegio en el extranjero para su hijo Pablo Nicolás

  • Iñaki y el resto de los niños disfrutan en Bidart

Informalia

Después de saber que la infanta e Iñaki Urdangarin estuvieron en la Costa Brava a solas en una actitud fría y distante, las imágenes del ex duque de Palma en las playas de Bidart sin su mujer han hecho saltar todas las alarmas. Pero parece que no hay motivos para preocuparse: la ausencia de Cristina se debe a sus obligaciones como madre y no a una crisis de pareja.

Según ha asegurado Marisa Martín Blázquez en El programa del verano, la hija del rey Juan Carlos ha viajado al extranjero junto a uno de sus hijos, Pablo Nicolás, para visitar una prestigiosa academia escolar en la que el sobrino del rey Felipe podría estudiar el próximo año. Madre e hijo estarían revisando instalaciones, eligiendo materias y entrevistándose con profesores para dejar todos los cabos atados antes de que comience el curso en septiembre.

Finalizada la tarea, Cristina viajará a Bidart para reunirse con su marido y el resto de sus hijos, Juan, Miguel e Irene, así como con su suegra y su cuñada, como ya es habitual cada año (fotos de archivo). Junto a ellos se encuentra desde este miércoles el ex duque de Palma, que ha compartido juegos y chapuzones con sus hijos a pesar de mostrarse serio y cabizbajo ya que, según apuntan diversos medios, éste podría ser su último verano en libertad antes de entrar en prisión.

De ser cierta esta información, sería la primera vez que la familia se plantea el 'año laboral' separada, ya que los hijos de Cristina e Iñaki siempre han compartido colegio. Hasta el pasado mes de junio, los niños acudían al centro suizo Ecolint, el mismo en el que estudiaron Michael Douglas o Indira Gandhi y que cuesta 30.000 euros anuales por alumno. Pablo podría ser el primero en abandonar este prestigioso centro pero, ¿será el único o le seguirán sus hermanos?

Si Pablo ingresa en un internado, el hijo de la infanta e Iñaki Urdangarin seguiría los pasos de su primo Froilán, que ha pasado un año en una academia militar en Estados Unidos, donde ha terminado el curso con unas buenísimas notas y a la que regresará en las próximas semanas. Allí, el hijo de Elena y Jaime de Marichalar no sólo crece bajo un régimen más disciplinado, sino también desde el anonimato y la libertad de los que carece en Madrid.