Casas Reales

La princesa Leonor disfruta en Ceuta de la gastronomía marroquí y la leche de pantera: mirando a Gibraltar

La princesa Leonor, en Ceuta

Sara Tejada

En una visita oficial de apenas 48 horas, la Princesa de Asturias compagina sus compromisos institucionales y su labor en la Armada con momentos distendidos. Como el almuerzo junto a sus compañeros guardiamarinas. Aunque su agenda en Ceuta estuvo marcada por actos solemnes, Leonor encontró tiempo para disfrutar de un momento de camaradería en un entorno singular: el restaurante Oasis, situado en el monte Hacho.

El establecimiento, a tan solo 10 minutos en coche del centro de la ciudad y a 200 metros de altitud, ofrece unas espectaculares vistas del Estrecho de Gibraltar y del emblemático Peñón. Fundado hace medio siglo como salón de té, el restaurante se ha consolidado como un referente de la gastronomía árabe y marroquí en la ciudad autónoma. Pastelas, cuscús, tajines y otros platos tradicionales formaron parte del menú que degustaron la Heredera y sus compañeros en una discreta terraza frente al mar.

La elección del lugar no fue casual. Además de su prestigiosa cocina, el entorno natural del restaurante Oasis destaca por una peculiaridad muy apreciada: la presencia de pavos reales en libertad. Estas aves, descendientes de ejemplares que vivían en el antiguo zoológico del parque de San Amaro, se han adaptado al terreno del monte Hacho y conviven con los visitantes, desplegando sus llamativas colas entre las mesas del jardín como si de un espectáculo natural se tratase. El almuerzo tuvo lugar el pasado sábado, poco después de que la Heredera presidiera la ceremonia organizada por la Legión en Ceuta. El evento concluyó con un tradicional vino español, donde se ofrecieron productos locales y, como es costumbre en el cuerpo, se brindó con la emblemática bebida de los legionarios: la leche de pantera.

Este peculiar cóctel (especialidad del Chapandaz en Madrid), cuya base es leche condensada, ginebra y hielo, ha sido parte de la historia y la cultura legionaria durante casi un siglo. Algunas versiones incorporan clara de huevo, canela e incluso pólvora de cartucho, siguiendo una leyenda que atribuye su creación al célebre barman madrileño Perico Chicote, a petición del fundador de la Legión, el general Millán Astray.