Casas Reales

Por qué Urdangarin sincronizó su entrevista con el 60 cumpleaños de la infanta Cristina: ¿casualidad o estrategia?


Informalia

Tres años y medio han pasado desde el paseo romántico por una playa de Bidart de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. Unas fotografías que dieron la vuelta a España, preludio del anuncio de la ruptura matrimonial del exjugador de balonmano y de la infanta Cristina. La separación llegó y el divorcio también, que se hizo esperar hasta que Irene Urdangarin cumplió la mayoría de edad. Ahora, cumplida su condena en prisión por el caso Nóos (cinco años y diez meses), el exyerno de Don Juan Carlos ha iniciado una nueva vida junto a Armentia y ha expresado su deseo de reinvertarse a sí mismo, trabajar de coach y comenzar otra vez. Así es como se ha mostrado en la entrevista que ha concedido en La Vanguardia este domingo, justo días antes de que su ex, la infanta Cristina sople 60 velas.

"Me he reinventado desde la sencillez", revela Iñaki al periódico. Asegura que ha sido "muchos Iñakis" —y no le falta razón— pero también que todos esos "Iñakis", incluso el más infame, le han enseñado algo. "La suma de todos ellos es lo que me ha hecho ser quien soy ahora. Todas las fases tienen cosas que enseñarte". El arrepentimiento no se proclama, se insinúa. Y en Urdangarin, todo es insinuación. A lo largo de la entrevista, habla de la infanta, con quien asegura que mantiene una excelente relación. Justo ha llegado esta entrevista cuando la hermana del Rey cumple 60 este viernes 13 de junio. Una fecha redonda en la familia que nos mantiene expectantes ante la posibilidad de ver reunidos de nuevo a los Reyes con los eméritos y las infantas. Cristina reeditaría así el formato de comida familiar que organizó hace dos años su hermana Elena en Madrid con motivo de su 60º cumpleaños, en diciembre de 2023. Casualidad o no, lo cierto es que estas declaraciones de Iñaki le recolocan en el centro del interés mediático, más si cabe por la sincronía de fechas con el cumpleaños de Cristina.

"Hago tareas en casa junto a mi novia"

Instalado en Victoria, Iñaki encontró allí su lugar y allí conoció a su novia. "Me lo tomé como un punto de arranque", confiesa. "La vida es muy rutinaria. Madrugo, hago deporte, trabajo, tengo mis aficiones. Hago tareas en casa junto a mi novia. Y cuando tengo a mis hijos, los disfruto". Su cotidianidad forma parte de su vida y no quiere más. "Después de tantas etapas, lo que más me apetece es reencontrarme con los amigos del colegio". A veces, dice, siente que el tiempo se le ha escurrido entre los dedos. "Ahora quiero aprovecharlo muy bien".

También comenta los primeros pasos en su empresa, Bevolutive. Una marca de coaching con ADN deportivo. El objetivo no es grandeza, sino utilidad. "Tenía la oportunidad de reinventarme en algo con valor para mí, y que integrara todo lo que me ha sucedido". Durante su estancia en prisión, estudió un máster en psicología del coaching y bienestar emocional. "Estudiaba hasta las tres de la tarde. Luego hacía deporte. Leía. Escribía cartas. Eso también me fue muy bien. La catarsis de escribir, de leer novelas que te llevan a otro sitio…". El método era simple: orden. Y el orden, como el deporte, le salvó. "Estaba muy centrado en tener una rutina. El estudio, el deporte, la meditación. Los periódicos que me traían las visitas los empollaba".