Leonor, del buque a la fragata: así es Blas de Lezo, el barco de combate donde la princesa pasará cuatro semanas tras dejar el Elcano
Pilar Fernández
La princesa de Asturias ya cuenta las horas para abandonar el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde ha pasado cinco meses surcando las aguas del Atlántico. Una experiencia profesional y personal que la ha llevado a visitar más de diez países y a aprender valores como compañerismo, disciplina y esfuerzo, vitales para el futuro que le espera. El jueves, Leonor y el resto de sus compañeros llegarán a Nueva York, última parada de su periplo. Mientras que el resto de guardiamarinas volverán a España en el mismo barco, la heredera lo hará en avión y no precisamente para coger vacaciones: le esperan otras cuatro semanas en el mar, esta vez, a bordo de una fragata.
La hija de Felipe y Letizia cerrará su formación naval con esta nueva experiencia. Existen cinco fragatas a disposición de la princesa (cinco joyas de la serie F-100), pero la elegida, según La Razón, será Blas de Lezo. Botada en los astilleros de Navantia, en Ferrol, y en activo desde diciembre de 2004, fue nombrada así en honor a Blas de Lezo, teniente general del siglo XVIII y héroe de Cartagena de Indias. El coste de construcción se elevó a 600 millones de euros y cuenta con el sistema de combate Aegis (de origen estadounidense) y un radar capaz de detectar aeronaves en un radio de 500 kilómetros. Tiene capacidad para detectar y seguir hasta 90 blancos móviles y dirigir los proyectiles antiaéreos y de superficie. Dispone de dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque AGM-84 Harpoon; dos lanzadores dobles de torpedos Mk-46; un cañón tipo Mk-45 de cinco pulgadas con capacidad de disparo de 20 proyectiles por minuto y 23 km de alcance; y un lanzador vertical Mk-41 con 48 celdas; cuatro lanzachaff que emiten señuelos para confundir a los misiles enemigos, y un helicóptero SH-60B Seahawk, preparado para la lucha antisubmarina y antisuperficie.
Aquí, Leonor aprenderá cómo funciona un buque de guerra y cómo es el día a día en su interior. Durante su instrucción a bordo, aprenderá a navegar de forma táctica, a maniobrar según el reglamento de abordaje y a ubicarse correctamente en el centro de control de gobierno. También se formará en tácticas del sistema de combate, funcionamiento de las máquinas, control de plataformas, procedimientos de aprovisionamiento en la mar y participará en ejercicios con lanzamiento de misiles reales, entre otros muchos. La princesa será parte de la dotación, montará guardias en el puente, observará, anotará y trabajará con los oficiales, como una más. También habrá tiempo para el ocio y el disfrute: cine en cubierta, barbacoas, campeonatos de cartas, PlayStation y biblioteca.
Tras su paso por la fragata, Leonor regresará a la Escuela Naval de Marín para obtener su nuevo título como Guardiamarina de segundo. Después de unas merecidas vacaciones, la princesa comenzará la última fase de su formación militar en la Academia Militar de San Javier, en Murcia. Se incorporará como alférez alumna en el Ejército del Aire y del Espacio y aprenderá a pilotar los nuevos aviones de entrenamiento militar, el modelo PC-21 Pilatus. Cuando acabe, la heredera será teniente de tierra y del aire y alférez de navío.