Tres miradas del reencuentro de Letizia y Leonor en Panamá: la admiración absoluta de una hija por su madre

El inédito reencuentro de doña Letizia y Leonor en Panamá nos ha dejado las fotos más cariñosas de madre e hija desde que las vimos juntas en la despedida de Cádiz, el pasado enero. Además, este abrazo se ha producido en vísperas del Día de la Madre. El titular estaba regalado.

Las fotos fueron distribuidas por la Casa del Rey. En este gran álbum fotográfico de la Reina y las familias de los guardiamarinas a pie de puerto de la Ciudad de Panamá, escogemos tres miradas, tres gestos de la mujer de Felipe VI y de la princesa de Asturias. Tres instantes que ha capturado el objetivo de la cámara y que nos transmiten la conexión inquebrantable que tienen madre e hija.

Empezamos por la primera imagen que compartió la Casa y que está publicada en el perfil de Instagram (por cierto, ya va por los 829.000 seguidores a punto de cumplir un año de vida). Vemos a Letizia, a su llegada a la recepción que tuvo lugar en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Fue recibida por Luis Carreras-Presas do Campo, capitán del histórico velero. Escogió la Reina el rojo español, el rojo Letizia (como se decía en tiempos), con un jumpsuit de cuello halter que dejaba a la vista sus perfectísimamente contorneados hombros y brazos. La Reina, que está en definición, lució esta pieza de Mango como un avance de lo que veremos en verano. Como decía, al llegar al evento, su hija la miraba con una admiración absoluta. Desde el fondo de la fotografía, la guardiamarina Borbón Ortiz observa a su madre con una gran sonrisa.

Cuando se cruzan las miradas. En la instantánea inferior, madre e hija se miran y se dicen lo mucho que se quieren. Para Leonor su madre lo es todo (su padre también); y para Letizia, sus hijas lo son todo. Desde que Leonor cumplió 18 años, la Reina le ha cedido protagonismo, se ha reubicado en la foto familiar. La princesa, en plena formación militar, ha asumido la plenitud de su papel institucional como sucesora de la Corona. Desde entonces, cada una ha encontrado su nuevo espacio. Leonor tiene a su padre de guía; y a madre, de ejemplo. La cultura de la perseverancia, el tesón, la dedicación y el perfeccionismo en el trabajo vienen de ella. Hay una conexión total entre ellas.

Leonor es una mujer del siglo XXI. Proyecta una nueva imagen de la institución monárquica, feminista y moderna y nueva. De uniforme del Ejército se viraliza. En esta recepción, la heredera vistió por primera vez la chaqueta francesa blanca con botones dorados, anclas cruzadas y hombreras con el distintivo de guardiamarina de primer curso, pantalón negro y una lazada negra en lugar de pajarita.

Y vamos al tercer detalle. De una mirada de amor a una mirada de felicidad total. Pertenece este instante a ese primer abrazo de madre e hija en el muelle del puerto de Ciudad de Panamá. Ambas acompasan su alegría y como un espejo se sonríen al abrazarse.