Letizia deslumbra en Panamá con un mono color vino en la recepción ofrecida a bordo del Juan Sebastián Elcano
Informalia
La reina Letizia y la princesa Leonor vivieron este sábado, 3 de mayo, uno de los días más especiales de este año al reencontrarse en Panamá tras cuatro meses sin verse. Por la noche, madre e hija asistieron a la recepción ofrecida a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano durante su escala en el país centroamericano.
El Día de la Madre se vivió de forma adelantada y excepcional para la reina Letizia, que este sábado 3 de mayo viajó hasta Panamá para reencontrarse con su hija, la princesa Leonor, tras casi cuatro meses de separación. La visita, cargada de emoción y simbolismo, se produjo durante la escala del buque escuela Juan Sebastián Elcano en Ciudad de Panamá, en el marco de la formación militar de la heredera al trono. El esperado reencuentro entre madre e hija dejó una de las imágenes más tiernas del día: un abrazo sentido que ya forma parte del álbum familiar de la Casa Real. Pero el emotivo encuentro no fue el único momento especial.
Por la noche, ambas participaron en una recepción oficial a bordo del emblemático velero, acompañadas por los 75 guardiamarinas y sus familias. Una celebración marcada por la emoción, el protocolo y, cómo no, el estilo. Leonor acaparó todas las miradas con un atuendo inédito hasta ahora: el uniforme de gala de verano de la Armada. Por primera vez en público, la princesa lució la chupa francesa blanca con detalles dorados —botones con anclas cruzadas bajo corona y hombreras con el distintivo de guardiamarina de primer curso—, pantalón negro con vivos satinados y una lazada negra en lugar de pajarita, como marca la norma para las mujeres. Su porte y sonrisa revelaban orgullo y disciplina tras los intensos meses de travesía. A su lado, Letizia volvió a demostrar por qué es considerada un icono de elegancia.
Escogió un mono largo en rojo burdeos sin mangas, con escote halter cruzado y cinturón a juego, de la firma Mango. Una prenda sofisticada pero asequible (79,99 euros en Asos) que combinó con alpargatas doradas de cuña —su calzado de confianza por motivos de salud— y un clutch rígido en forma de sobre del mismo tono. El cabello suelto y un maquillaje natural, con labial rosa suave, completaban un estilismo tan cuidado como relajado. La complicidad entre madre e hija fue más que evidente. Leonor no ocultaba su felicidad al compartir esta velada con su madre, en un entorno que forma parte esencial de su formación como futura reina. Letizia, por su parte, se mostró cercana y orgullosa, acompañando a su hija en una jornada tan significativa, donde el deber institucional se entrelazó con los sentimientos más personales. En definitiva, el reencuentro en Panamá dejó mucho más que una instantánea emotiva. Mostró a una princesa comprometida con su papel y a una reina que, más allá del protocolo, sigue siendo madre ante todo. Una escena que no solo reforzó el vínculo entre ambas, sino también la imagen de continuidad y unidad de la familia real.
Si por la tarde vimos cómo las dos se fundían en un emotivo abrazo, por la noche pudimos verlas derrochando complicidad en esta recepción para la que la reina Letizia escogió un mono ideal para cualquier celebración esta primavera.
La mujer del monarca deslumbró entre todos los asistentes por este mono color vino con escote halter, cintura ceñida y pernera ancha que combinó con unas alpargatas plateadas y bolso de mano en el mismo tono que el mono.
En cuanto a la princesa Leonor, su look fue el del uniforme de gala de los guardiamarinas... Pero sin duda lo que más llamó la atención fue la felicidad que derrochaba al tener a su madre cerca y poder pasar este fin de semana -coincidiendo con el Día de la Madre- a su lado.