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Lequio vaticina la nacionalidad del Papa que va a suceder a Francisco


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La noticia ha sacudido al planeta y no solo al mundo católico: el Papa Francisco ha fallecido a los 88 años. La Santa Sede queda ahora bajo la responsabilidad del cardenal camarlengo, el irlandés Kevin Farrell, mientras se inician los preparativos para el funeral, previsto —según se ha adelantado— para este jueves 24 de abril.

Como era de esperar, las reacciones no se han hecho esperar, y en los platós de Telecinco los colaboradores no han escatimado en opiniones. Uno de los comentarios más llamativos ha sido el de Alessandro Lequio, quien reflexionó sobre el perfil del futuro pontífice: "No sé quién será el próximo Papa, pero será muy distinto a éste. Siempre ha ocurrido así, y seguirá ocurriendo", ha afirmado con contundencia. Según apuntan algunos vaticanistas, el próximo elegido podría ser italiano, y Lequio considera que sería conveniente, "aunque solo sea para recolocar la figura del Papa en la estética de toda la vida".

La figura de Francisco, conocido por su sencillez y estilo reformista, también fue objeto de análisis crítico. Lequio cuestionó el relato de humildad que suele acompañar al pontífice argentino. "Es un acto de soberbia querer ser enterrado en un sitio como la Basílica de Santa María la Mayor", sentenció, subrayando lo simbólico de que el Papa que "no quiso saber nada de España" haya escogido como su última morada "la basílica más española de todas".

Y no es una afirmación vacía: en esa misma iglesia romana está enterrado San Pío V, el Papa que junto a la Armada Española lideró la victoria en la batalla de Lepanto. Francisco rompe así con la tradición de que los Papas sean enterrados en las grutas vaticanas. Para algunos, como Lequio, esta decisión revela una voluntad de marcar distancia incluso en la muerte.

El italiano cerró su intervención apuntando una clave interpretativa del pontificado: "La clave para entender a Francisco parte de su pertenencia a la Compañía de Jesús. No fue un Papa jesuita, sino un jesuita que fue elegido Papa sin dejar de serlo". Una distinción que resume buena parte de las tensiones y singularidades que han marcado su paso por el trono de Pedro.

En sus últimos días, Francisco mantuvo su actividad diplomática, reuniéndose incluso con el vicepresidente de los Estados Unidos. Ahora, con su fallecimiento, se abre una nueva etapa para la Iglesia católica, en la que una vez más se mezclan el peso de la tradición y los vientos de cambio.