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Por qué la infanta Cristina dejó solo a su padre en el adiós a Aga Khan y asistió al enlace griego: una boda y un funeral


Informalia

Solo, valiéndose de su bastón y de su ayudante, apareció el rey Juan Carlos I al funeral de su amigo de la infancia Aga Khan. Fue el pasado 8 de febrero en Lisboa, donde había fijado su residencia en sus últimos años y donde encontró un refugio para sus ideales. En 2015, el gobierno portugués firmó un acuerdo con Aga Khan para establecer en Lisboa la sede mundial del Imamat ismaelí. Líder espiritual para más de 20 millones de musulmanes ismaelitas en el mundo, Aga Khan fue un mecenas cultural y uno de los hombres más influyentes del planeta. En el sepelio se encontraba el rey emérito solo. No asistió la infanta Cristina, que estaba en Grecia donde el día anterior celebró la boda de su primo Nicolás con la millonaria heredera Chrysi Vardinoyannis. Junto a la exduquesa de Palma, su madre doña Sofía. Teniendo en cuenta la coincidencia de fechas de dos actos en lugares tan alejados (Lisboa y Atenas), desliza Pilar Eyre en Lecturas que la elección de la infanta resulta algo "muy extraño".

El emérito estuvo en ese adiós a su amigo del colegio suizo Le Rosey. Un internado centenario fundado por Paul-Émile Carna en 1880 sobre las propiedades del Castillo du Rosey en Rolle, en el cantón de Vaud. Referente académico de las monarquías europeas, el centro, conocido como 'la escuela de los reyes', tiene entre sus exalumnos a Fayd II de Egipto, Rainiero III y Marie-Chantal de Grecia. No podía, pues, faltar Juan Carlos porque Aga Khan salió en su ayuda en 2020 cuando el ex jefe del Estado sufría un gran desgaste de su imagen pública. Eyre asegura que aquel año de la pandemia de la Covid, Aga Khan le ofreció "asilo en uno de sus fabulosos palacios", pero el gobierno portugués, "que no quería problemas con sus vecinos españoles", no accedió "a que el rey fijara allí su residencia".

Dicho esto, continúa la escritora su relato con la infanta, que contó también con la ayuda del líder ismaelita cuando más lo necesita: cuando Iñaki Urdangarin "ingresó en prisión y a ella no le llegaba el sueldo de la Caixa para mantener su nivel de vida". "¿Con 400.000 euros anuales tienes suficiente?", debió de decirle Aga Khan a Cristina, a lo que ella contestó que sí y así es como habría comenzado su etapa en la fundación. De ahí lo llamativo de la ausencia de la infanta en Lisboa. Eyre lo enfatiza así: "Resulta muy extraño que no haya acompañado a su padre al funeral de su jefe y haya preferido desplazarse a la boda de su primo en Atenas".