Casas Reales

Por qué Felipe VI es el líder europeo mejor valorado por este prestigioso instituto


Informalia

La figura de Felipe VI sigue consolidándose como uno de los pilares más sólidos de la política y la diplomacia europea. A lo largo de los años, el monarca ha logrado una notable proyección tanto en España como en el extranjero, y su imagen se ha visto fortalecida por momentos de gran trascendencia pública. El último reconocimiento a su figura llega del prestigioso Real Instituto Elcano, cuyo Barómetro de Imagen Internacional de España coloca al Rey Felipe VI como el líder europeo mejor valorado, con una media de 5,5 puntos sobre 10. Este resultado no es casualidad, sino el reflejo de un trabajo constante en el que el monarca ha sabido transmitir una imagen de cercanía, seriedad y responsabilidad en los momentos clave.

Un contraste de liderazgo en tiempos de crisis

Uno de los momentos que marcó un antes y un después en la percepción pública de Felipe VI ocurrió en noviembre cuando el rey visitó Paiporta, en Valencia, tras la devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que arrasó la región. Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandonaba la zona con un rostro de desconcierto y sin dar muestras de empatía, Felipe VI se quedó en el lugar, soportando las críticas del pueblo y demostrando su disposición a escuchar y comprender la magnitud de la tragedia. A pesar de la ira inicial, pronto las críticas se transformaron en abrazos y agradecimientos, una imagen que muchos compararon con la de los líderes que permanecieron firmes durante el 23-F, como Adolfo Suárez o Santiago Carrillo. Este contraste entre el comportamiento del rey y el presidente del Gobierno resaltó la diferencia de actitud entre ambos, situando a Felipe VI como una figura que da la cara cuando las circunstancias lo requieren.

El Rey en Nápoles, nombrado Doctor Honoris Causa por la universidad Federico II, coincidiendo con el VIII centenario de su fundación.

La valoración positiva de Felipe VI a nivel internacional

El Barómetro del Instituto Elcano, realizado anualmente, revela que el rey es la figura política europea más valorada, superando a líderes como Carlos III de Inglaterra, el Papa Francisco, el canciller alemán Olaf Scholz y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. Con una media de 5,5 puntos, Felipe VI se posiciona como un referente en cuanto a popularidad internacional, destacando especialmente en países como Rumanía, donde alcanza una calificación de 6,9. Otras naciones como Bélgica (5,8), España (5,8) e Italia (5,5) también han otorgado al monarca una valoración positiva. Sin embargo, Francia es el único país que suspende a Felipe VI, con una nota de 4,9, un dato que se ha visto relacionado con la ausencia de representantes de la Casa Real en la reapertura de la Catedral de Notre Dame en París. Este incidente, que incluyó la presencia de mandatarios europeos y figuras internacionales de relevancia, fue percibido como una omisión significativa por parte de la diplomacia española, aunque la Casa Real ha justificado la ausencia por la apretada agenda del monarca.

Un líder más popular que Pedro Sánchez

El Barómetro del Instituto Elcano también pone de manifiesto la creciente popularidad de Felipe VI a nivel global. Mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ocupa una posición modesta en el ranking de figuras españolas más conocidas, el rey se coloca como el quinto español más citado internacionalmente, con un 4% de menciones. Rafael Nadal, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Antoni Gaudí son los únicos que superan a Felipe VI. En cuanto a la preferencia de los españoles, Felipe VI se sitúa entre los 10 más citados tanto en el grupo de mayores de 55 años como en los jóvenes de entre 18 y 34 años, lo que refleja una aceptación transversal de su figura. En cambio, Pedro Sánchez se ve relegado a una menor presencia entre los jóvenes.

La monarquía española: una institución bien valorada

El Instituto Elcano también destaca la fortaleza de la monarquía española, cuya imagen se mantiene saludable, incluso en tiempos de incertidumbre política. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la monarquía ocupa el puesto 44 entre las preocupaciones de los españoles, lo que indica que, en comparación con otros problemas más acuciantes como el comportamiento de los políticos, la figura del monarca sigue siendo un pilar estable de la nación. Esta estabilidad se ve reflejada en la forma en que Felipe VI ha sabido navegar situaciones complejas con elegancia y responsabilidad, como en su papel de mediador en la crisis catalana o en su postura durante la pandemia.

La autoimagen de España y la percepción internacional

Otro dato relevante que emerge del Barómetro de Imagen de España del Instituto Elcano es la diferencia en la percepción que los españoles tienen de su propio país y cómo es visto desde el extranjero. Mientras que los europeos perciben a España como un país fiable, ahorrador y con un alto nivel cultural, los españoles tienden a ser más autocríticos, considerando a su nación más corrupta y derrochadora. Esta discrepancia refleja la tendencia de los españoles a valorar negativamente ciertos aspectos políticos y económicos del país, lo que podría estar influyendo en la percepción general de la nación.

El apoyo a Ucrania y el liderazgo europeo de Felipe VI

Finalmente, el Barómetro del Instituto Elcano también refleja el apoyo mayoritario de los europeos al esfuerzo de Europa en la guerra de Ucrania. En este contexto, Felipe VI ha mostrado su firme postura en favor de la democracia y la justicia, alineándose con las políticas europeas en apoyo al país invadido. Este tipo de liderazgo internacional contribuye a consolidar su imagen de estadista responsable y comprometido con los valores democráticos.

En resumen, Felipe VI se ha consolidado como un líder europeo que destaca por su capacidad de liderazgo, su cercanía a la ciudadanía y su imagen internacionalmente respetada. A través de su figura, la monarquía española sigue ganando reconocimiento, tanto dentro como fuera de España, siendo un referente de estabilidad y elegancia en un panorama político y social que sigue en constante cambio.