Casas Reales
Crece el clamor de la opinión pública ante la ausencia de los Reyes Felipe y Letizia o cualquier representante de España en la reapertura de Notre Dame
- La reapertura de la basílica se celebró este sábado 7 de diciembre, cinco años después del incendio
- Carla Bruni, Trump o los Macron se rinden a la renacida Notre Dame, que resplandece mientras Francia se tambalea
Informalia
La reapertura de la emblemática catedral de Notre Dame, tras el devastador incendio de 2019, ha reunido a líderes internacionales, jefes de Estado y miembros de distintas casas reales de todo el mundo en una ceremonia cargada de simbolismo. Sin embargo, la notable ausencia de representación española, ya sea de la Familia Real o del Gobierno, ha generado un aluvión de críticas en España y una ola de preguntas sobre las razones detrás de esta decisión.
Silencio desde Zarzuela
Desde la Casa del Rey se ha confirmado que, en ningún momento, se contempló la asistencia de los Reyes Felipe VI y Letizia, ni de ningún otro miembro de la Familia Real, a este importante evento. Además, no se han ofrecido explicaciones oficiales sobre por qué España no estuvo representada, lo que ha generado desconcierto entre la ciudadanía y algunos sectores políticos.
El acto no figuraba en la agenda oficial de los Reyes, publicada semanalmente por Zarzuela. A preguntas de los periodistas, la Casa del Rey se ha limitado a reiterar que no había noticias de que los monarcas fueran a acudir, siguiendo el criterio habitual de no explicar públicamente los motivos de sus decisiones en este tipo de eventos.
Comparaciones internacionales
La ausencia de los Reyes ha resultado aún más llamativa al observar la lista de personalidades asistentes: los Reyes de Bélgica, los Grandes Duques de Luxemburgo, el Príncipe Alberto de Mónaco, el Príncipe Guillermo de Gales y el hermano del rey de Marruecos, Mulay Rachid, estuvieron presentes en la ceremonia, reflejando la relevancia del acto no solo como un evento religioso, sino también diplomático. Incluso se contó con un mensaje del papa Francisco, leído por el arzobispo de París.
Por otro lado, el Gobierno español también estuvo ausente. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, declinó la invitación debido a compromisos personales, dejando vacía la silla que España habría ocupado en este evento de trascendencia mundial. La ausencia ha sido calificada como "una vergüenza para nuestro país" por figuras como el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien ha lamentado la falta de representación en un acto de tanto simbolismo para la cultura europea.
Una reapertura cargada de simbolismo
La ceremonia marcó un momento histórico para Francia, que ha trabajado intensamente en la restauración de la catedral desde el incendio de 2019. El evento contó con la participación de 150 obispos de todo el mundo, así como la asistencia de líderes internacionales como la primera dama estadounidense, Jill Biden, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien también fue recibido en el Palacio del Elíseo por Emmanuel Macron.
El debate sobre la relevancia de la ausencia española
La falta de representación española en la reapertura de Notre Dame ha suscitado un amplio debate en redes sociales y medios de comunicación. Algunos consideran que el acto, aunque simbólico, no requería necesariamente la presencia de los Reyes, ya que no se trata de un evento directamente relacionado con España. Otros, en cambio, interpretan la ausencia como una pérdida de oportunidad para reforzar las relaciones diplomáticas y subrayar el compromiso de España con el patrimonio cultural europeo.
Mientras tanto, se ha confirmado que los Reyes sí asistirán próximamente a una misa en Valencia en memoria de las víctimas de la DANA, un acto de relevancia nacional. No obstante, la polémica sigue alimentándose en torno a la percepción de una falta de interés por parte de las instituciones españolas en eventos internacionales de alto perfil.
¿Oportunidad perdida?
La reapertura de Notre Dame ha sido más que una ceremonia religiosa; ha representado la unión de naciones y líderes en torno a la recuperación de un símbolo del patrimonio cultural mundial. España, un país con profundas raíces históricas y culturales compartidas con Francia, ha quedado fuera de una imagen colectiva que celebra la resiliencia y la cooperación internacional.
La falta de explicaciones por parte de Zarzuela y el Gobierno no ha hecho más que aumentar las especulaciones. Por ahora, la opinión pública sigue esperando una respuesta que arroje luz sobre esta controvertida ausencia.