Casas Reales
Aseguran que Froilán pierde miles de euros en timbas de póker y don Juan Carlos le cubre las espaldas
- El emérito asume los costes de todos sus nietos, incluidas las deudas y los caprichos
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Informalia
Han pasado casi dos años desde que el hijo mayor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar abandonara España para comenzar una nueva vida en Abu Dabi, lejos de las fiestas nocturnas y los escándalos que le convertían en el protagonista de la crónica social todas las semanas. El plan, urdido por su madre y su abuelo, don Juan Carlos, funcionó durante los primeros meses, pero hace tiempo que el entorno de Froilán asegura que la paciencia del joven se agota: no es feliz en Emiratos y quiere volver a Madrid. Aseguran, además, que hay costumbres que nunca cambian y que el hermano de Victoria Federica sigue haciendo 'fechorías' que traen de cabeza a su familia. Por ejemplo, su afición por las timbas de póker.
El cuarto en la línea de sucesión al trono de España es muy aficionado al juego de cartas y participa a menudo en timbas que se alargan hasta la madrugada. A veces gana, a veces no. Según Don Balón, más de una noche ha perdido cantidades de dinero destacadas y ha acumulado pérdidas significativas a las que su abuelo, don Juan Carlos, ha tenido que hacer frente.
Y es que el emérito cuida económicamente de todos sus nietos, salvo de la princesa Leonor y la infanta Sofía, cuyos costes asumen exclusivamente sus padres, los reyes. El resto, tanto los hijos de doña Elena como los de doña Cristina, disfrutan de la generosidad del abuelo, que no solo ha pagado y paga sus carísimos estudios en internados y universidades de élite sino también sus caprichos y excesos.
Hay que recordar que Froilán está en búsqueda activa de empleo (una vez más, con ayuda de su abuelo) desde que finalizara su contrato con ADNOC, una empresa petrolera en los Emiratos en la que trabajó como parte del equipo de organización de la Cumbre Climática COP28 de Dubai el pasado diciembre. Lo hizo bajo la supervisión del sultán Al Jaber, íntimo amigo del emérito.