Casas Reales

El fabuloso, millonario y milenario negocio de alquiler de Carlos de Inglaterra y su hijo Guillermo

La fortuna de los Windsor y su origen, al descubierto

Informalia

La fortuna de la familia real británica, una de las mayores del Reino Unido, y por ende, del planeta, ha sido durante décadas un tema envuelto en misterio. Aunque se sabe que cada año los Windsor perciben ingresos millonarios, los detalles de sus fuentes de riqueza permanecen opacos, protegidos por complejos esquemas financieros y exenciones fiscales pactadas entre el Estado británico y el Palacio de Buckingham. Channel 4 emitió este fin de semana un amplio reportaje que ha dejado atónito a todo el país. El canal televisivo junto a The Sunday Times han desvelado finalmente el origen de la fortuna privada que tanto el rey Carlos III como su hijo y heredero, el príncipe Guillermo, obtienen a través de los ducados de Lancaster y de Cornualles.

Ingresos millonarios y privilegios fiscales

La monarquía británica genera significativos beneficios anuales mediante el alquiler y explotación de una amplia variedad de propiedades e instalaciones en el Reino Unido. Entre los activos que contribuyen a estos ingresos se incluyen hospitales, colegios, prisiones, instalaciones militares, así como el uso de puertos, riberas de ríos y terrenos para infraestructuras energéticas. Solo el año pasado, estos activos reportaron aproximadamente 60 millones de euros en beneficios, que Carlos III y el príncipe Guillermo pueden gestionar libremente, sin las restricciones fiscales habituales. Por ejemplo, están exentos del impuesto de sociedades y del de plusvalía, y sus propiedades están protegidas contra expropiaciones para proyectos públicos.

Un patrimonio inmobiliario milenario

La familia real posee vastas extensiones de tierra que se remontan a la conquista normanda de 1066. Muchos turistas que recorren lugares icónicos de Londres, como Regent Street, desconocen que están pisando terrenos que pertenecen a la familia real británica o a familias aristocráticas que, aún hoy, perciben importantes beneficios por sus propiedades. Aunque hace tres siglos la Corona transfirió gran parte de sus terrenos al Gobierno, estos aún son gestionados por el Crown Estate, que genera anualmente millones en ingresos. De ese monto, una parte se destina a la familia real para cubrir gastos oficiales; para el año 2025, se espera que esta suma alcance los 157 millones de euros, mientras que el presupuesto de la Casa Real española es de apenas 8,5 millones.

Por otra parte, el Parlamento británico permitió que los Windsor retuvieran la propiedad de los ducados de Lancaster y de Cornualles. Estos ducados, que en los años 60 generaban ingresos de alrededor de seis millones de euros anuales cada uno, hoy reportan cerca de 30 millones de euros cada año, gracias al constante crecimiento del valor inmobiliario. Juntos abarcan aproximadamente 728 kilómetros cuadrados en Inglaterra y Gales, en su mayoría tierras de origen medieval.

La reveladora investigación

La investigación llevada a cabo por Channel 4 y The Sunday Times, desarrollada a lo largo de cinco meses, ha sacado a la luz el alcance de los activos inmobiliarios de la familia real. Los periodistas recabaron información pública, revisaron registros comerciales y entrevistaron a decenas de inquilinos y arrendatarios. Un sistema informático analizó la información, que detalló los 5,410 activos inmobiliarios de los dos ducados, los cuales han sido, durante años, objeto de demandas de transparencia ante el Palacio de Buckingham.

Beneficios de las instituciones públicas y el Estado

La investigación reveló que la familia real cobra alquileres por terrenos e instalaciones utilizados por entidades gubernamentales y organizaciones privadas, generando ingresos por peajes, transporte de electricidad, uso de puertos y más. Un ejemplo destacado es la prisión de Dartmoor, que paga 1,8 millones de euros anuales a la Corona para albergar a 640 reclusos. El hospital londinense Guy's and St Thomas's también paga cerca de un millón de euros anuales por el uso del terreno donde operan sus ambulancias.

Asimismo, el ducado de Cornualles percibe importantes sumas por el alquiler de terrenos donde se ubican colegios, como el Princetown Community Primary School (380,000 euros anuales) y la escuela primaria Farrington Gurney en Bath (71,000 euros anuales). El Ministerio de Defensa paga un millón de euros anuales por la Real Escuela Británica de la Armada, donde tanto Carlos III como el príncipe Guillermo recibieron entrenamiento. Igualmente, el Gobierno abona 12,000 euros anuales en derechos de servidumbre para tareas de reabastecimiento de la flota de submarinos nucleares en Plymouth.

Obligaciones fiscales mínimas

Aunque Carlos III y el príncipe Guillermo voluntariamente abonan el impuesto sobre la renta al tipo máximo del 45%, su contribución es limitada en comparación con los ingresos totales. En 2022, Carlos III pagó siete millones de euros en impuestos, lo que representa solo el 25% de los ingresos generados por el ducado de Lancaster ese año, tras aplicar deducciones y exenciones fiscales. Esta investigación ha arrojado luz sobre los mecanismos que permiten a la familia real británica obtener ingresos millonarios con una carga fiscal mínima, en un entorno de privilegio fiscal único.