Pilar Eyre repara en la frialdad entre doña Letizia y doña Sofía: "Atiende a la abuela", le dijo Felipe VI a Leonor

"Una caricia íntima" de don Felipe a doña Letizia -menciona Pilar Eyre en Lecturas- de esas que se dan los matrimonios "después de una larga convivencia" y que fue "tan inesperada que la Reina levantó los ojos hacia él con cierta sorpresa y después ambos sonrieron con ardiente complicidad".

La periodista hace en la revista una recopilación de gestos de cariño de la Familia Real en su visita a Sotres, Pueblo Ejemplar de Asturias de este año y señala el fuerte vínculo entre las dos hermanas, que "se abrazaban espontáneamente". O que "Letizia se dejaba mimar por sus hijas"; y que "Leonor parecía la más responsable y madura de todos", repara también. Todo esto hasta preguntarse qué diferencia había entre el cariño que se vio en aquella bonita localidad de Picos de Europa con respecto a "la crispación de Oviedo" del día anterior.

Eyre, que no da puntada sin hilo, señala a doña Sofía y sitúa la acción en el vestíbulo del Campoamor. Justo después de la ceremonia. La reina emérita baja del palco y se dirige al hall del teatro para felicitar a Leonor. "La nieta se deja besar distraídamente y, sin mirarla, se acerca a su madre", relata. En un momento de corrillo, en un espacio pequeño y repleto de gente, doña Sofía se queda fuera, al margen. "El mismo Felipe tiene que decirle al oído 'atiende a la abuela' y él hace el esfuerzo de meterla en el círculo que forma con su mujer e hijas".

Insiste la periodista en este gesto familiar, recogido por las cámaras, y lanza su opinión: "Deduzco que no hay intención de disimular (...) Es algo que ocurre en muchas familias. La nuera se lleva mal con la suegra, las nietas se han puesto del lado de la madre. Y punto." Después, se muestra conciliadora al lanzar: "Yo quiero a los cuatro de Sotres. Es la única familia real que me interesa".