Casas Reales

Beatriz Cortázar critica que saquen a la reina Letizia "demacrada y atroz" mientras agasajan a don Juan Carlos: "Calienta, que sales"


Beatriz Cortázar

Lo que pasa en palacio no se queda en palacio y muchos menos si se trata del de Zarzuela y sus inquilinos o inquiokupas que de todo hay en la viña del Señor. Esta semana las revistas del corazón hacen sus apuestas y se nota de qué color va cada una. Semana y Lecturas se entregan a la reina Sofía y sus cuernos mediáticos que antes eran de dominio semipúblico y ahora ya de trending topic con audios públicos donde su TODAVÍA marido se mofa con su amante de cómo se los pone y cómo los soporta. "Es una gran profesional", le dice Juan Carlos a Bárbara Rey.

Le falta añadir una consentidora que ha aguantado con porte cómo su esposo se zumba a media España sin que se le caigan los anillos. Sigo sin entender cómo la gente puede aplaudir esas actitudes que recuerdan a tiempos pasados y no añorados en lo que a cuernos se refiere. Esta semana doña Sofía ha tenido dos apariciones públicas y por el fervor de sus aplaudidores se diría que la gente ve con buenos ojos que una mujer soporte a un marido golfo y no le mande a paseo. Dicen que es porque quiso salvar la Institución. Bueno y también porque la familia griega en esos años no tenía donde instalarse y en España encontraron todos un buen destino.

Pero si las revistas citadas apuestan por la reina emérita y su dolorido matrimonio lo más fuerte me parece lo de Hola con el reportaje que sacan de la reina Letizia en una nueva escapada en solitario (sin Felipe) para comer en un colombiano del barrio de Chamberí junto a no se sabe quién. Las fotos no tienen desperdicio y flaco favor le hacen a una mujer que cuida su estetica y sus hábitos como pocas.

Sale demacrada y atroz y no deja de ser un contraste con el generoso reportaje que páginas después se dedica a don Juan Carlos y sus paseos por Sanxenxo en compañía de sus amigtes y algunos familiares. Es su biógrafa Laurence Debray quien firma el texto y las fotos y quien cuenta lo bien que se lo pasa el emérito con su amigo Pedro Campos y su mujer (cada vez que la veo pego un respingo pensando que es Corinna) y las hijas y sobrinas que viajaron hasta Galicia se habla de vela, del mar, de viejas anécdotas y hasta de los peces. Pero ni pío de Bárbara Rey. Pues vaya. Debe ser la única mesa de este país donde no sale el tema aunque sea en los postres. La imagen del emérito disfrutando de lo suyo, llevándose la medalla de la regata y pasando del escándalo que ha generado con sus indiscretas aventuras se presenta como un almuerzo entrañable y familiar mientras que a Letizia la dejan con sus canas al aire y las ojeras sin corregir. Letizia, calienta que sales.

Aunque en Sanxenxo no hablen de Bárbara (jajaja) el resto de revistas no puede evitarlo. Jenny Llada vuelve a la portada de Diez Minutos para decir que nunca le perdonará a su ex amiga lo que le hizo (bueno más bien es Bárbara la que se pone de los nervios cada vez que la ve en un programa de televisión para hablar de ella y sus amores); Semana saca de sus archivos una historia surrealista de cuando el emérito se fue a Cantora para hablar con Paquirri en los tiempos en los que el torero se veía con Bárbara (la fuente es la hija del mayoral y con eso ya está todo dicho) pero con esa excusa recuperan unas imágenes de Bárbara y Paquirri (ella con un bolso maravilloso de Louis Vuitton y él con un maletín Gucci que lleva asido por dos dedos que muero por saber quién se lo quedó en la herencia) que son oro puro y Lecturas saca lista de amantes de Juan Carlos que a este paso va a dejar manco al mismísimo Epstein.

Sin salir del círculo juancarlista observo con lupa la cadena de calabrotes de oro que luce Irene Urdangarin y que dicen es regalo de su abuela Sofía (no se la recuerdo) y con ternura la imagen de Cari Lapique (Hola) que acude con su hija Carla y su nieto a un partido de fútbol, pasión que su difunto marido Carlos Goyanes siempre hacía con su nieto mayor. Ojalá que Cari encuentre el consuelo y la paz que necesita. Al final estas son las cosas que realmente importan y que te ponen los pies en la tierra. Lo demás no deja de ser puro cancaneo de la vida.