Por la cara: Johanna Zott, la novia de Pablo Urdangarin, se suma a la lista VIP de invitados del cumpleaños de Don Juan Carlos
Informalia
Don Juan Carlos I dio la bienvenida el pasado 5 de enero a sus 86 años, una cifra que recibió soplando las velas en Abu Dabi, sí, pero rodeado de su núcleo duro, que recorrió 7.500 kilómetros de distancia para estar junto a él en su cumpleaños. El pasado mes de diciembre se supo que iba a celebrar una fiesta privada en Abu Dabi y, ahora, por fin se conocen los detalles de una cita que hasta el momento estaba impregnada de secretismo. Solo unos pocos familiares asistieron a la cita, que también acogió a los recién llegados, entre ellos, Johanna Zott, la novia de Pablo Urdangarin.
Así se comprueba en las imágenes que este miércoles ha publicado la revista Hola. Después de ver a buena parte de la Casa Real reunida en Madrid por el aniversario de la infanta Elena, en un reencuentro aparentemente libre tensiones, este nuevo reportaje retrata quiénes son los familiares que, a día de hoy, son más próximos al emérito.
Ahí estaba, por supuesto, su nieto Froilán, que vive con él desde hace un año en los Emiratos Árabes, y a ambos se sumaron la infanta Elena, que acudió con su hija, Victoria Federica; y la infanta Cristina, que fue con Pablo e Irene Urdangarin. Sus hijos Juan Valentín y Miguel no pudieron asistir, pues tenían que atender a sus respectivas agendas, algo que no le ocurrió a Johanna. La joven aparece en las instantáneas del evento, lo que demuestra que la relación con Pablo es sólida y va por buen camino.
Por la presencia de la joven en otros planes familiares -antes de Navidad apoyó a su novio desde las gradas junto a la madre y la hermana de este, con quienes compartió risas y conversaciones- ya se deducía que la relación con el hijo de Iñaki Urdangarin es estable. Ambos se conocieron en Barcelona, cuando estudiaban en el Liceo francés y, ahora, saborean un buen momento sentimental.
La lista de invitados: selecta, reducida y simbólica
Las ausencias más marcadas fueron las del rey Felipe VI, Doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Tampoco estuvo Doña Sofía. Y lo cierto es que tampoco se los esperaba. El emérito eligió muy bien a sus acompañantes en un día tan especial para él tras cinco años en Abu Dabi. De hecho, las fotografías de la fiesta evidencian una realidad: quienes son las personas que, pasado el tiempo, se mantienen en su círculo más próximo.
En este sentido, cabe decir que los amigos del emérito cumplieron un papel clave en el evento. El armador Pedro Campos, su compañero de regatas, quien acudió con su mujer, Cristina Franze; Miguel Arias, dueño del Flanagan, el restaurante al que don Juan Carlos acudía siempre en familia durante sus vacaciones en Mallorca; el abogado Jerónimo Páez, y el doctor Eduardo Anitua se encargaron, con la ayuda de las infantas Elena y Cristina, de la organización.
Alrededor de un centenar de invitados hicieron la travesía en barco desde Abu Dabi y atracaron en la isla donde vive, Zaya Nurai. Según la citada revista, todos se costearon su viaje y su estancia para hacer realidad un homenaje "sincero" a don Juan Carlos, que los esperó en una villa adornada con un árbol de Navidad gigante decorado en rojo y blanco y una bandera de España flanqueando la puerta hasta el techo.