Casas Reales

La lucha intestina de Carlos III y Guillermo por la ambición de poder: el libro del amigo de Meghan que retumba en palacio


Ana Gómez Viñas

El nuevo libro que ha dinamitado los planes de tender puentes entre Harry y su padre, Carlos III, lleva por título Endgame y lo firma Omid Scobie. El autor, amigo de confianza de los Sussex, está considerado como un portavoz de duques. El entorno Windsor y algunos medios ya han afeado el tono partidista del texto. Los amigos Guillermo deslizan que es "escandaloso" y que dibuja un retrato despiadado del heredero, con sus ansias de poder, de llegar "al puesto más alto" en un enfrentamiento con su padre por el futuro de la institución monárquica. Así lo publica Daily Telegraph.

Nuevo bache en el camino de los Windsor hacia la paz. Si las memorias de Harry Spare (En la sombra) causaron un terremoto en Buckingham, este título Omid Scobie también va plagado de explosivos. Carga el autor contra Carlos III y contra Guillermo a quienes enfrenta en una "lucha cada vez mayor" por manejar el futuro de la monarquía, según señala el rotativo. Habla también de la impaciencia del príncipe de Gales por llegar más arriba.

Las voces más críticas reprochan a los Sussex que detrás de este libro haya una intención propagandística, que los duques rentabilizan muy bien recolocándose de nuevo en el centro del foco.

El entorno de Guillermo ha salido en su defensa al afear al autor que se hace eco de las llamadas teorías "de la conspiración disfrazadas de hechos" , según Daily Mail. Al hilo de este argumento, Guillermo, con el interés de priorizar su lealtad a la Casa Real, filtró a los medios información negativa sobre su hermano y su mujer, Meghan Markle, para dañar la imagen pública de ambos. El escritor que define al Guillermo como "un hombre hambriento de poder", también suelta perlas de Kate como que "es una persona de bajo rendimiento".

Este título llega ahora en las semanas previas de la Navidad, cuando el monarca trata de mantener una imagen de unidad con sus planes de reunir a su familia en Sandringham. Un deseo que pasa por mantener la tradición que instauró su madre, la reina Isabel II, hace más de 40 años.