La infanta Cristina impone el 'cordón familiar' entre Ainhoa Armentia y sus hijos

Con todo lo que ha tragado Cristina, con esas fotos de su marido, Iñaki Urdangarin, paseando de la mano con su novia, Ainhoa Armentia, por la playa de Bidart, con todo ese despliegue de imágenes de este noviazgo tan apasionado, la infanta ha dicho basta. Basta cuando se trata de sus hijos. Por ellos, lo que sea. Por eso, la hija de los Reyes eméritos no está dispuesta a que sus cuatro vástagos mantengan una relación formal con Ainhoa. Incluso habría impuesto un cordón familiar para que reforzar esa distancia con la abogada vitoriana, según El Confidencial Digital.

La Infanta Cristina ha extendido su impass vital de forma permanente. Hace unos días Lecturas publicaba que la hermana de Felipe VI persiste en su negativa a darle el divorcio a Iñaki porque no desea ver una boda de este con Ainhoa. En esta ecuación entran sus hijos, a los que adora y por los que la ex duquesa de Palma haría cualquier cosa. En sus planes no figura que ellos formalicen y normalicen una relación familiar con la vitoriana. Y esta sería una de las razones de peso que le habrían impulsado a Cristina a echar el freno al proceso de divorcio. Complicado de entender este matrimonio que mantienen ambos de forma ficticia sine die y que no conduce a nada. Una circunstancia que, además, impide a ambos pasar página y rehacer sus vidas.

El gran apoyo de Cristina, además de su hermana Elena y su madre Sofía, es don Juan Carlos. Ambos, padre e hija, se vieron en la fiesta del 18º cumpleaños de Leonor, en El Pardo. En este cónclave borbónico, el emérito pudo compartir tiempo y conversación con Cristina, que atraviesa un momento personal muy complicado. Tanto es así que el mecionado digital desliza que la infanta trata de evitar cualquier contacto de sus hijos con la abogada.