Casas Reales

La Casa Real danesa responde al escándalo de Federico, que opaca la visita de los reyes Felipe y Letizia


    Informalia

    Malestar en Dinamarca por las informaciones que llegan desde España y que han colocado a su heredero en el ojo del huracán. La escapada del príncipe Federico a Madrid el pasado 25 de octubre y su cita con Genoveva Casanova no merece explicaciones por parte de la Casa Real danesa: se abstienen de dar al tratarse de "un asunto privado" del hijo de la reina Margarita.

    Los medios españoles enviados a Copenhague para cubrir el viaje de Estado de los reyes Felipe y Letizia aseguran que hay mucho malestar en palacio, pues consideran que el cotilleo "ha opacado la visita oficial". Sus colegas daneses están muy interesados en el tema y ya han preguntado a Federico y Mary sobre las fotografías del primero con Genoveva Casanova en Madrid, pero ellos han dado la callada por respuesta.

    Comunicado oficial

    En España, Genoveva ha enviado a los medios un tajante comunicado: "Niego rotundamente las afirmaciones que sugieren una relación de tipo romántica entre el príncipe Federico y yo", comienza diciendo el texto.

    Y completa: "Cualquier afirmación de este tipo no solo falta completamente a la verdad sino que tergiversa los hechos de manera mal intencionada. Esto ya está en manos de mis abogados, quienes se ocuparán de las gestiones pertinentes para proteger mi derecho al honor, la verdad y la intimidad".

    La amistad entre Genoveva y Federico

    La noticia saltaba a la luz este mismo martes y la adelantaba la revista Lecturas, que ha mostrado las primeras imágenes: Genoveva y Federico de Dinamarca, juntos en Madrid hace doce días. En el reportaje fotográfico se ve cómo pasean juntos por El Retiro antes de dirigirse a la casa de ella, donde ambos se cambian de ropa y salen en dirección al Corral de la Morería. Disfrutan de cena y espectáculo en un reservado y regresan al domicilio de Genoveva, donde ambos pernoctan. A primera hora de la mañana, el heredero danés abandona el edificio con su maleta y sube en un coche de la embajada, directo al aeropuerto.