Juan Carlos I, los 2.000 millones de su fortuna y la herencia que deja a las infantas Elena y Cristina

Juan Carlos I está de visita en España y esta coyuntura regatista en Sanxenxo sirve para traer a colación cifras de su fortuna publicadas en 2020. Las cifras son estas: 2.300 millones de dólares, según publicó The New York Times con estimaciones que datan de 2012 (unos 2.187 millones de euros de ahora, antes 1.800). El cálculo de Forbes se acercó a 2.000 millones. Ahora viene la herencia que dejará a su hijas, las infantas Elena y Cristina. No a Felipe VI, que renunció a cualquier herencia que le pudiera corresponder, tal y como dejó constancia en un comunicado en marzo de 2020. Además, el monarca informó entonces que retiraba a su padre su asignación anual de los presupuestos de Casa del Rey (194.000 euros).

900 millones de euros es lo que les correspondería a las infantas, según cifra ahora El Nacional. Incluso va más allá y desliza que Elena, que vive en Madrid, planea comprar una finca para disfrutar de una de sus pasiones, los caballos y la hípica. Los deseos inmobiliarios de su hermana también pasan por la capital. Una vez que Irene vuele del nido, la ex duquesa de Palma estaría viviendo sola en su piso de Ginebra, por lo que no es descartable que Cristina adquiriera una vivienda en la ciudad para estar más cerca de Elena.

Cita EsDiario a la prensa independentista catalana, que ha puesto el foco en la avanzada edad del emérito, 85 años, y su condición de autoexpatriado en Emiratos, una suerte de exilio blindado de cámaras, invisibilizado y apartado de sus funciones, para no interferir en el trabajo de su hijo. Así estamos desde agosto de 2020. Se da la circunstancia de que este jueves 28 de septiembre, por la tarde, ambos van a coincidir en Pontevedra. Felipe VI viaja a la de La Toja donde va a inaugurar la V edición del Foro La Toja Vínculo Atlántico y Juan Carlos I se prepara en Sanxenxo para competir en la regata que lleva su nombre. Los dos reyes estarán separados por 14,9 kilómetros (17 minutos en coche). No está previsto que haya un reencuentro.