Casas Reales

Por qué el selfie de Felipe VI y Letizia con sus hijas es tan valioso (y un acierto de comunicación)


    Ana Gómez Viñas

    Twitter comenta el colgante de la princesa Leonor. Que si se lee amor en árabe, que lo llevó en otras ocasiones, que por qué amor en árabe... y una vuelta más, ¿y si es un regalo de su abuelo, que desde hace casi tres años vive autoexpatriado en Abu Dabi?

    Claro que llama la atención. Pero por el colgante hemos pasado de puntillas sobre esta fotografía. Esta imagen no es un posado cualquiera. Es el posado. Es el primer selfie oficial que veo de la Familia Real. Se ha encargado de hacerlo doña Letizia. Ella sujeta el iPhone con la mano derecha, lo coloca hacia arriba. Todos posan. Las más profesional es la Reina. Sonríe y mira a la cámara. Sofía también mira a la cámara. La Reina está centrada en la imagen, en cómo van a salir. Las dos hermanas son nativas digitales. Su generación centennial está acostumbradísima a actuar delante de una cámara de móvil. Se muestran tan naturales. 

    La protagonista es Leonor. Precisamente es la única de la familia que no mira a la cámara de su madre, sino a un segundo foco. Por su situación en el plano, en primera fila del posado, la princesa de Asturias acapara toda la estrella del momento. Es su gran día de graduación. Su momentazo. De esta composición, el más espontáneo es su padre. El Rey, que no puede sentirse más orgulloso de su hija, apoya su cabeza en la princesa.

    Felipe VI y Letizia y sus hijas forman una piña. El monarca abraza a Sofía por la espalda. ¿Qué tiene de valor este retrato? Muchísimo. Es súper valioso. Es el primer selfie de la Familia Real tomado por la Reina, que comparten con nosotros. Es una imagen de los Reyes y sus hijas, que nos transmite una emoción y felicidad máximas. Sin filtros. Un instante privado que han compartido en público. Poquísimas imagenes tenemos de ellos tan espontáneas como esta. En ella proyectan cercanía y generan empatía como padres que celebran la graduación de hija. Por eso es un acierto de comunicación. Igual que lo fue la despedida de Leonor en el aeropuerto de Madrid Barajas, en 2021, rumbo a Gales. Con aquellos abrazos.