El peligroso comunicado de Juan Carlos I negando que tenga otra hija: ¿Por qué no te callas?
Sara Tejada
¿Debemos dar por cierto a partir de ahora todo lo que se diga de don Juan Carlos si no se molesta en negarlo? Dicen que el Emérito ha sido casi "obligado" por algunos miembros de su propia familia a salir al paso de las informaciones que le atribuyen una hija secreta fruto de sus presuntas relaciones extramatrimoniales con la condesa de Montarco. Pero puede que como estrategia de comunicación sea un error y hubiera sido mejor que guardara silencio como ha hecho siempre en cuestiones amorosas. "¿Por qué no te callas?" es la pregunta que nos viene a la cabeza, aquella que el ex monarca le hizo al presidente venezolano Chávez en la época de Zapatero. ¿Sería más prudente que don Juan Carlos se hubiera callado?
Es extremadamente inhabitual que el Rey reaccione con un comunicado ante estas cosas y ahora hay quien se pregunta si todo aquello que no se ha molestado en negar el anterior jefe del Estado debemos darlo por cierto. Porque eso da para otro libro.
En un hecho sin precedentes, el Rey Juan Carlos difundió este viernes un comunicado en el que niega ser el padre de Alejandra de Rojas: "No he tenido una hija con Rosario Palacios", dice la nota, en la que además rechaza el affaire con la condesa de Montarco, tal y como se afirma en el libro titulado King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I, escrito por José María Olmo y David Fernández.
Los periodistas y autores de la obra sostienen que el emérito tiene una cuarta hija llamada Alejandra (no citan el apellido), fruto de una supuesta "relación extramatrimonial" con una aristócrata que no identifican pero cuyas coordenadas, pistas y descripciones conducen inequívocamente a la aristócrata fallecida.
Desde Informalia adelantábamos en primicia el mismo día de la publicación de la noticia que familiares de Charo Palacios y por tanto de Alejandra Rojas negaban que ésta última fuera hermana de Felipe VI. Sin embargo, las mismas fuentes admitían que era la propia condesa de Montarco quien presumía de su cercanía con "Juanito", como ella llamaba al Emérito, y la aristócrata daba a entender que su relación con el marido de la reina Sofía traspasaba lo que podemos entender como una simple amistad.
La infanta Margarita, hermana pequeña de don Juan Carlos, llegó a verbalizar en alguna ocasión y delante de testigos que su amiga Charo Palacios debía ser prudente con los comentarios e insinuaciones, ya que en aquel tiempo, si bien toda la familia sabía que la fidelidad matrimonial no era una de las virtudes del marido de la reina Sofía, imperaba la omertà mediática y se guardaban las formas de cara a la opinión pública, y aún no se hablaba en los medios españoles abiertamente de las amantes reales, como ocurre ahora con las parlanchinas Corinna y Bárbara Rey o la discretísima Marta Gayá, respecto de las cuales se han publicado torrentes de tinta sin que Juan Carlos I haya dicho públicamente nada.
Estos días, tras el tsunami, la infanta Margarita, madre de María Zurita (íntima de Alejandra Rojas), también se ha pronunciado, igual que su hermano: "Me parece horroroso lo que se ha dicho, porque es meter a todos en contra de todo", decía. Añadía que todo le parece un "total disparate". Charo Palacios, que invitaba a la duquesa de Soria a menudo a su casa de Vaciamadrid, llamaba Margot a la hermana pequeña del Rey, como los hacen sus seres queridos. Y sin duda en aquellas comidas se hablaron muchos secretos que tal vez nunca salgan a la luz.
El periodista Jaime Peñafiel apoya la existencia de estas indiscreciones de la madre de la presunta hija de don Juan Carlos: "A veces me preguntaba: '¿A que mi hija se parece al Rey?", cuenta el veterano cronista real que le decía Charo Palacios, y cita nada menos que a Sabino Fernández Campo como fuente para asegurar que el Emérito no tiene más hijos que los tres que nacieron dentro de su matrimonio. El conde de Latores era voz más que autorizada si tenemos en cuenta que el asturiano fue secretario general de la Casa de Su Majestad el Rey desde 1977 hasta 1990, y desde entonces jefe, hasta enero de 1993.
Pero no solo el teniente general rechazó siempre que don Juan Carlos tuviera más hijos que Elena, Cristina y Felipe. Diversos medios además de Informalia negaron en esta ocasión la noticia de esta supuesta paternidad, y el propio Juan Carlos filtró el desmentido pero sin la solemnidad de un comunicado. Otra cosa es que no tuviera relación con Charo Palacios, como también sostiene el emérito.
Llama la atención por tanto que por vez primera se haya pronunciado don Juan Carlos directamente, sin filtraciones y dando la cara: "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios (q.e.p.d.) y consecuentemente haber tenido una hija con ella".
¿Y todo lo que hasta ahora no se ha molestado en negar don Juan Carlos?
El precedente contiene trazos de peligrosidad porque inmediatamente debemos preguntarnos por todo aquello que el anterior jefe del Estado no se ha molestado en negar públicamente: desde sus otras relaciones publicadas hasta las cuestiones relacionadas con su fortuna o el verdadero papel que jugó en el 23-F, por resumir en solo tres grupos asuntos de los que se han difundido versiones nunca desmentidas por el propio Juan Carlos de Borbón, algunas muy alejadas de la oficialidad.
Es imposible olvidar que el hijo de Don Juan de Borbón engañó a su padre, a Franco, a su hijo y evidentemente a su mujer. Sólo con este póker de víctimas del Emérito poner en entredicho las afirmaciones del ex monarca resulta como mínimo razonable.
Pero también es comprensible que el nieto de Alfonso XIII haya querido ser caballeroso desmintiendo "por el respeto a la verdad y al honor" de las personas afectadas estas informaciones "rechazando y condenando por falso cuanto se ha publicado en relación con este inventado asunto".
Pero una cosa es que Rosario Palacios y el Rey fueran amantes pasajeros y otra que Alejandra Rojas sea la cuarta hija de Emérito. Porque, entre otras cuestiones, si eso fuera verdad y no se negara, estaríamos ante connotaciones mucho más delicadas que un asunto de faldas, porque la supuesta hija podría reivindicar su parte de la herencia, valorada por algunos medios en torno a los 2.000 millones de euros. Mejor despejar dudas.
Charo Palacios, condesa viuda de Montarco, falleció a los 79 años en El Viso, en su casa de la calle Doctor Arce de Madrid, en 2016. Era hija del eminente científico, Julio Palacios, uno de los preceptores de don Juan Carlos. Icono de la alta sociedad desde los años 50, fue musa y modelo de Elio Berhanyer, uno de los mejores diseñadores de la segunda mitad del siglo XX. Charo, que estuvo en la boda de Juan Carlos y Sofía en Atenas, en 1962, iba a Zarzuela con el modista, que tenía a la reina griega como clienta. Hasta que la mujer del Juan Carlos vetó su entrada a palacio, lo cual refuerza la versión de que hubo algo con la condesa.
Eduardo de Rojas Ordóñez, quinto conde de Montarco, se quedó viudo en 1965. Con su primera mujer, María Pardo-Manuel de Villena, tuvo cinco hijos. En 1968 el fundador de la Falange volvió a casarse, esta vez con la joven y bella Charo Palacios, casi 30 años menor. Fruto de su matrimonio tuvieron a Julio y casi 12 años después nació Alejandra de Rojas. Dicen algunos que se apellidan Rojas que desde muy pequeña la protagonista involuntaria de esta historia es consciente de que su padre legal no fue su padre biológico. Varios miembros de su familia nos lo confirman. Otra cosa es que el padre sea don Juan Carlos.