La casita que Juan Carlos I le puso a Corinna en El Pardo: un sofá viejo, una piscina hinchable y la famosa barbacoa
Informalia
Sin agua caliente, nada de lujos ni comodidades premium. Más bien, todo austeridad. Así es la vivienda que ocupó Corinna Larsen, la amante de Juan Carlos I, en El Pardo (Madrid), durante varios años y de forma intermitente hasta 2012, según las fotos que publica OK Diario. En este refugio el padre del Rey se encontraba con la danesa y compartían picnics y barbacoas.
La llamaban 'la casita'. El chalet, La Angorrilla, está situado a unos 19 kilómetros de La Zarzuela. Había servido de casa de los guardas forestales de El Pardo y también, como antiguo refugio de caza de Francisco Franco en los años sesenta.
Manuel Cerdán, director del digital, ha comentado a Más vale tarde que "parece más bien un apartamento playero de los años 90". La decoración, sobria y escasa, los muebles desfasados y la austeridad de las tres habitaciones denota que el rey emérito habría estado "muy enamorado" para vivir en un "nidito de amor tan frío", puntualiza Cerdán.
En el jardín de la casa había una piscina hinchable y una barbacoa portátil. La misma que apareció inmortalizada en la foto de Paris Match y que recoge también el mencionado diario.