Felipe VI respeta y comprende la voluntad de su padre
Chusa Montalbán
Don Juan Carlos le ha comunicado a su hijo sus planes de futuro tras archivarse las diligencias de investigación por parte de la Fiscalía en España. Despejadas las dudas sobre la legalidad de sus cuentas, el emérito ha decidido seguir residiendo en Abu Dabi "por razones personales" pero visitará España de manera privada, algo que el rey Felipe respeta y acepta, tal y como asegura en la respuesta al comunicado de su padre: "Su Majestad el Rey respeta y comprende la voluntad de Su Majestad el Rey don Juan Carlos expresada en su carta".
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El deseo de don Juan Carlos era el de regresar a su país y pasar aquí sus últimos años de vida, pero este hecho ponía entre la espada y la pared a su hijo, que debía enfrentar las críticas de los detractores e indignados por los últimos escándalos en torno a la figura de su padre, muchas de ellas provenientes del propio gobierno de coalición. De hecho, el mismo presidente Pedro Sánchez declaró el pasado mes de diciembre: "El rey Juan Carlos tiene que dar explicaciones".
La postura de don Felipe ha sido complicada estos dos últimos años. En marzo de 2020, tras salir a la luz las supuestas cuentas ilegales del emérito en Suiza, el rey renunció a la herencia económica que pudiera corresponderle de su padre y anunció que le retiraba la asignación que tenía fijada en los presupuestos de la Casa del Rey (194.232 euros anuales). Demostró así que sus palabras en el discurso de proclamación ante las Cortes Generales en 2014 no eran vacías: "La Corona debe preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente". En esta línea, don Felipe puso a la institución, de manera voluntaria, bajo la lupa del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, que audita los movimientos y cuentas en Zarzuela.
En su último discurso de Navidad, el rey también hizo referencia a los problemas de su padre: "Los principios morales y éticos obligan a todos sin excepciones y están por encima de cualquier consideración, incluso de las personales o familiares". Unos principios que le han obligado, al menos de puertas para afuera, a mantener las distancias no solo con su padre sino también con su hermana, la infanta Cristina, su todavía marido, Iñaki Urdangarin, y sus cuatro hijos.