Casas Reales

Alberto de Mónaco, arropado por sus hijos y Carolina en la primera fiesta de Santa Devota sin Charlene


    Ana Gómez Viñas

    La tradicional quema del barco en Puerto Hércules estuvo presidida por el príncipe Alberto. La ausencia de su mujer, Charlene, ingresada en una clínica mental en Suiza, marcó una fiesta que tuvo como protagonistas a sus hijos mellizos y a su hermana Carolina.

    La fiesta de Santa Devota se celebró en el Principado de Mónaco con la tradicional quema del barco, las bendiciones, las salvas de honor y la ceremonia religiosa. Una festividad, que tiene lugar los días 26 y 27 de enero, en la que los mellizos de Alberto II y Charlene, Gabrielle y Jacques, acapararon toda la atención de los medios. El acto, en formato reducido, contó con toda la seguridad sanitaria impuesta por la pandemia.

    Alberto, muy pendiente de sus hijos, se acercó con Jacques a prender la llama de la barca. Iban de la mano. Padre e hijo, con abrigos de lana de color azul navy, llevaban la misma mascarilla.

    Carolina se encargó de acompañar a la pequeña Gabrielle, en ausencia de su madre. La niña, con un abrigo de pelo azul klein, prendió la hoquera.

    La Fiesta de Santa Devota, patrona de Mónaco, es una conmemoración muy tradicional en el Principado. En esta edición no pudo participar la mujer de Alberto. Charlene, que cumplió 44 años el 25 de enero, se encuentra en la clínica privada de salud mental Kusnacht de Zúrich para superar el "agotamiento físico y mental" que padece. En este centro médico, la princesa Charlene descansa y recibe el tratamiento desde el pasado mes de nnoviembre.