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Abdalá y Juan Carlos I, los orígenes de la fabulosa amistad: quien tiene un amigo tiene un tesoro


    Informalia

    El rey emérito podría volver a España por Navidad. La posibilidad de su regreso cobra ahora más fuerza que nunca desde que la fiscalía Suiza decidiera cerrar el caso sobre las presuntas comisiones del AVE. Según expertos, la clave del cierre del caso está en la ley islámica. Esta es la historia de la fabulosa amistad entre los dos monarcas.

    La vuelta don Juan Carlos se recoloca de nuevo en el epicentro del debate político. La posibilidad de su regreso cobra ahora más fuerza que nunca desde que la fiscalía Suiza decidiera cerrar el caso sobre las presuntas comisiones por las obras del Ave a La Meca. Este carpetazo supone un soplo de oxígeno para el Rey, que ahora ve cada vez más cerca poder comer el turrón en casa.

    El fiscal Yves Bertossa, encargado de investigar al rey emérito, archivó el caso el lunes 13 después de que tres expertos en la ley islámica descartaran que el rey Abdalá hubiera podido incurrir en un delito, según la legislación saudí, al transferir 100 millones de dólares a don Juan Carlos. Según publica El Confidencial, la clave del cierre del caso está en la ley islámica o 'sharia'. Los dictámenes de los tres expertos en la 'sharia' concluyen que el rey Abdalá no incurrió en delito en 2008 al hacer la transferencia de 100 millones de dólares al padre de don Felipe. Al no encontrar delito, el caso entró en una vía muerta, por lo que finalmente se cerró.

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    La amistad entre don Juan Carlos y sus 'hermanos árabes' es un vínculo que se remonta a los años 70. Desde antes de ser proclamado Rey de España, Juan Carlos ha mantenido estrechas relaciones con los monarcas árabes. Según se ha publicado, Francisco Franco, consciente de esos lazos, recurrió al entonces príncipe para que le ayudase a garantizar el abastecimiento del petróleo en España en 1973, en plena crisis energética. Don Juan Carlos se movilizó y la respuesta por parte del príncipe Fahd fue inmediata. "Decid a mi hermano el príncipe don Juan Carlos que le enviaremos todo el petróleo que España necesite", recogió la periodista Rebeca Quintans en su libro Juan Carlos I: la biografía sin silencios.

    Don Juan Carlos fue proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975. Desde 1976, según relato de Rebeca Quintans,  el monarca cobraría una comisión por cada barril importado y un año después le concedería un préstamo de 100 millones sin intereses. Después, en 1979, vendría el regalo del emblemático yate Fortuna. Fue un obsequio del rey Fahd de Arabia Saudí. El barco, que simbolizaba la imagen de los veranos de don Juan Carlos en Mallorca,  fue adquirido por la familia Matutes en 2014 por 2.2 millones. Hace unos meses, el yate, que estaba en venta, fue retirado del mercado. 

    En aquellos veranos don Juan Carlos se trasladaba a la Costa del Sol, a la casa de Marbella del rey Fahd. Eran los años en los que se fraguó la conocida Milla de Oro. También, y fruto de aquella amistad, el emérito y Fahd comenzaron a tratarse de "hermanos". Al monarca saudí le sucedió su medio hermano Abdalá, que en 2007, por Real Decreto, le fue concedido a  el Toisón de Oro, la más alta condecoración de Casa Real.

    Don Juan Carlos y el rey Fahd

    La fecha clave de este relato se sitúa en 2008, cuando el soberano saudí Abdalá ordenó al Ministerio de Hacienda saudí la transferencia de los 100 millones de dólares a Juan Carlos I, a través de la Fundación Lucum en Panamá. Además, años después, financió el polémico safari a Botsuana, junto a su ex amiga Corinna Larsen, en 2012. Un viaje en el que se fracturó la cadera y por el que pagó un altísimo precio: la inédita disculpa pública y aquellas 11 palabras para la historia. "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

    El 19 de junio de 2014 Juan Carlos I abdicaba en su hijo, Felipe VI. Un año después, en 2015, el saudí Abdalá fallecía y le sucedía su también medio hermano Salman. Hoy el hombre fuerte de los Emiratos Árabes es Mohamed bin Zayed, príncipe heredero. Allí, en Adu Dabi, es donde permanece instalado el emérito desde el 3 de agosto de 2020.