El testaferro del rey Juan Carlos, el coronel Nicolás Murga, facturó en México dinero opaco para Zarzuela
Vicky Ballesteros
Nuevas informaciones sobre el escándalo de las tarjetas 'Royal Black' han salido a la luz. Vuelve a ponerse sobre la mesa el nombre de Nicolás Murga, el supuesto testaferro del rey Juan Carlos a la hora de pagar algunos de sus gastos y los de sus familiares, entre los que se encuentran las infantas Cristina y Elena y Froilán y Victoria Federica.
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Hay que recordar que según las informaciones que ya habían trascendido, las tarjetas estaban a nombre de este coronel del Ejército del Aire, mientras que el dinero opaco procedía presuntamente del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, amigo del padre de Felipe VI.
Según ha desvelado ahora El Confidencial, el coronel se dio de alta como autónomo el 1 de enero de 2018 bajo el epígrafe de servicios de consultoría a empresas. Utilizó para ello la dirección de un domicilio privado. Tan solo unas semanas después de darse de alta, Murga emitió una factura a una sociedad mexicana en concepto de unos trabajos de asesoría.
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Según mencionado medio, dicha cantidad habría superado los 100.000 euros y se ingresó en la cuenta de Ibercaja que usaban el emérito y sus familiares. Esta es la única factura que emitió Murga desde que se dio de alta como autónomo.
Desde el mismo diario señalan que los investigadores desconocen el nombre del pagador en México, aunque sospechan que el propio Sanginés-Krause fue el encargado de transferirle los 100.000 euros a Murga. Esta factura se ha convertido en el último recurso que está utilizando el Tribunal Supremo para investigar la procedencia y el uso de los fondos.
Nicolás Murga, que es como un "segundo padre" para Froilán y Victoria Federica, aterrizó en 2007 en Zarzuela como ayudante de campo del monarca y al poco tiempo se convirtió en su hombre de mayor confianza. Su cargo en la Casa Real lo ostentó hasta 2017, tres años después de que don Juan Carlos abdicara en su hijo, Felipe VI.