Sergio Ramos, de Boy-Scout a Peaky Blinders: así vestirá el novio más "hortera" del año

Sergio Ramos y Pilar Rubio se dan el "sí, quiero" este sábado y ya son muchos los detalles que se han ido filtrando acerca del gran día: los invitados, la música y hasta el vestido de la novia pero... ¿qué hay del novio?

Dado el amplio historial de excentricidades estilísticas que arrastra el capitán del Real Madrid, sería extraño verlo el día de su boda con un sencillo traje de chaqué. El de Camas no es un hombre clásico. Si la novia, Pilar Rubio, ya ha desvelado que su vestido será muy original y de un color muy vivo (nada de blancos, rosados o nudes), el novio no será menos y es probable que su outfit genere tantas miradas y comentarios como el de la flamante madrileña.

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En los últimos años, Ramos ha mostrado una inclinación estilística hacia lo excéntrico, rozando en ocasiones lo caricaturesco. Así al menos lo creen muchos de sus seguidores, quienes le han comparado en algunas ocasiones con un Boy-Scout o con uno de los personajes de la serie Peaky Blinders y le han calificado como "garrulillo" u "hortera".

Pero es que el líder del vestuario merengue no le hace ascos a nada: vistosos calcetines, abrigos femeninos, gorras, boinas, borsalinos, colores estridentes, estampados imposibles...

Muchos de sus looks han sido objeto de mofas en las redes sociales, incluso por parte de sus propios compañeros (Iker Casillas, Marcelo, Puyol...).

Por no hablar de sus camisas: rayas, cuadros, hojas y hasta dinosaurios, no hay nada que se le resista. 

Pero, ¿cómo vestirá Ramos el día de su boda? Igual que Pilar Rubio: lo más alejado de lo clásico que le sea posible. Los novios quieren destacar por encima de sus casi 500 invitados, a los que han establecido un rígido código de vestimenta (chaqué para ellos y colores prohibidos para ellas: rosa, rojo, naranja y verde) por lo que todo apunta a que esos serán los tonos que lucirán ellos. Por otro lado, dado que la novia ha descartado el blanco, tampoco sería de extrañar que Ramos tire de espíritu ibicenco. Total, tampoco iba a ser la primera vez...