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Victoria Federica trae loca a su madre: trifásica en la disco, despendolada en las carreras


    Silvia Armesto

    No hace ni medio año que pillamos a Victoria Federica "trifásica", como dijo un testigo, en una discoteca de Madrid a altas horas de la madrugada. Ahora su madre, la infanta Elena, nos da pistas sobre lo que puede significar el término.

    Victoria Federica ha tenido una semana complicada. Después de su brillante paso por Sevilla, donde triunfó en su puesta de largo de Feria, se enteró de que a su torero, Gonzalo Caballero, le había corneado gravemente un astado en Las Ventas (el joven diestro se recupera). Antes, había vuelto loca a su madre y a los fotógrafos en la hípica, aunque ya no practica ese deporte tan amado por doña Elena. Pero Victoria Federica va al Club de Campo a pasarlo bien con su pandilla. Juega a las carreras con los fotógrafos y, sin montar ni un jamelgo, se convirtió en la protagonista de la última jornada del Longines Global Champions Tour de Madrid.

    Su madre, siempre fiel a la hípica, estuvo por allí y confirmó a Informalia que ni su hija ni ella están montando a caballo últimamente:  "Ni idea de por dónde anda. Está despendolada. Lleva todo el día aquí danzando con unas amigas", añadió doña Elena, como ya contamos,(y han recogido algunos medios), reprochando a su hija la conducta traviesa, en un tono de condescendencia propio de una madre resignada. Lo cierto es que, más que danzando, como nos dijo su madre, Victoria Federica pasó buena parte de la tarde corriendo. Saludó afectuosamente a Cayetano Martínez de Irujo y sorprendió con el gesto que hizo a una de sus amigas: parecido a las míticas peinetas que hacía su hermano con el dedito. 

    La nieta favorita del rey Juan Carlos demostró que no le hace falta caballo alguno para galopar a sus anchas por el recinto. En dos zancadas, como el que dice, se aleja cien metros. Pantalones destrozados en flecos, zapatillas sucias y gabán sin mangas con bolso carísimo compusieron su look, como vemos en las imágenes, sacadas a pesar de que al menos cinco guardaespaldas intentaron impedir que se les hicieran fotos a madre e hija cuando abandonaron el recinto.

    Si ese día la joven enfadó a su madre, peor debió ser cuando salió hasta altas horas de la madrugada a primeros de diciembre, y acabó "trifásica", como contaban testigos de su juerga. La sangre hierve a los 19 años aunque sea azul, y Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, segunda hija de la infanta Elena de Borbón y Grecia y Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, tiene el fluido sanguíneo tan azul como la noche.

    Como a cualquier persona de su edad, a la hermana de Froilán la noche la confunde, y sobre todo le divierte. Ya contamos su accidentada visita a La Nuit, local de la calle Orense de Madrid donde Victoria Federica lo pasó en grande a principios de diciembre. Allí ejerció Victoria Federica de adolescente On Fire, en ese local plagado de jóvenes de entre 18 y veintitantos años, alguno de los cuales define así el local: "Mi querida Nuit, la discoteca con la que todo el mundo tiene una relación de amor-odio. La discoteca comodín, siempre va a estar ahí cuando la necesites". Otros dicen sencillamente que en el garito se te pegan los pies al suelo cuando quieres bailar. 

    Pero la mejor reseña que hemos encontrado es ésta que nos recuerda a Forrest Gump: "La Nuit es como una bolsa de caramelos de distintos sabores. Es arriesgado comértelos porque no sabes lo que te va a tocar". Lo que le tocó a Victoria Federica aquella noche fue beber ron con Coca-cola y bailar. Testigos presenciales aseguran que lo pasó en grande y que no escatimó con las copas, pagadas a diez euros la unidad, "como cada hijo de vecino", nos dice un cliente que compartió noche y baile con la nieta del Emérito. "Debió divertirse por lo que vimos porque lo dio todo", nos aseguran.

    "No te puedo decir a qué hora se marchó Victoria pero desde luego a las cuatro y media de la mañana estaba en la discoteca porque nosotros nos fuimos a esa hora y se quedó", afirma nuestra fuente. "Iba en plan de amigas yo creo. Preguntado por cómo iba de contenta, nuestro testigo nos explicó entonces entre sonrisas que "iba trifásica". No pudimos descifrar el significado exacto del epíteto elegido por nuestro interlocutor para describir el estado de ánimo de Victoria Federica. Pero ahora es su madre quien mejor lo describe: "Está despendolada". Pueso eso: mucho nos tememos que Victoria Federica es normal, como la mayoría de las personas de su edad, como normal es que su madre a veces no pueda más. Eso sí, todo indica que de trifásica a despendolada hay apenas unas horas en la disco...