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El antes y el después de Shaila Dúrcal: "Me estoy poniendo hermosa, pero no me importa"
Informalia
Shaila Dúrcal (39) ha vuelto a España tras pasar varios meses recuperándose del ataque de un perro que la dejó sin la falange superior de uno de sus dedos. Tan sonriente como siempre, la hija de Rocío Dúrcal presume de haber ganado unos kilitos y se muestra orgullosa de ello: "Estoy muy bien, contenta de estar en mi tierra y comiendo muy rico, poniéndome hermosa pero no me importa".
La cantante ha recogido estos días el premio Máximo Orgullo Hispano y está aprovechando su estancia en Madrid para pasar tiempo con la familia y amigos, que han sido un gran apoyo para ella en los peores momentos. El pasado mes de agosto, Shaila Dúrcal sufrió un accidente doméstico del que ella no ha querido dar detalles (aunque se publicó que trató de separar a sus dos perros, que estaban discutiendo) y perdió la falange superior de uno de sus dedos.
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La recuperación ha sido larga y dolorosa, pero Shaila lo ha conseguido. Superado el trauma y los complejos, ya luce su dedo sin guante, asegura que es muy feliz y dice que no hay mal que por bien no venga: "He ganado mucho en salud porque he dejado de fumar". Por eso, Shaila muestra orgullosa sus nuevas curvas: "Me estoy poniendo hermosa pero no me importa".
Aunque este cambio físico ha sorprendido a sus fans no es la primera vez que ocurre. La hija de Rocío Dúrcal arrastra problemas con el peso desde la adolescencia, tal y como ella misma desveló hace años: "Sufrí anorexia cuando era chiquitita, con 14 o 15 años". A pesar de haber superado la enfermedad, mantiene un tira y afloja con la báscula y ha protagonizado numerosas portadas de la prensa por este motivo.