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Malú y Albert Rivera, protagonistas en la presentación del libro de Pedro Sánchez
Martín Alegre
Mercedes Milá en su salsa y Jesús Calleja, de telonero insustancial. Y en medio, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Esos han sido los ingredientes de la puesta en escena de la presentación de Manual de resistencia, el libro escrito "a cuatro manos" con Irene Lozano, política, escritora y periodista, en el que se cuenta de la caída, ascenso y resistencia de aquel candidato al que hicieron dimitir y que pasó del "no es no" al palacio de la Moncloa.
Hablando de resistencia y para quitar importancia a la suya, Pedro Sánchez aseguró que resistir de verdad es ganar 800 euros y conseguir llegar a fin de mes. Un día después de su salida a la venta con 50.000 ejemplares, Planeta prepara ya la segunda edición del best seller político del momento que arrasa en las librerías y calienta las tertulias.
Nunca el hotel Intercontinental de Madrid, (donde el padre de Miguel Bosé, Luis Miguel Dominguín, y Ava Gardner pasaron su primera noche de pasión y el torero se levantó pronto para ir a contarlo por todo Madrid) tuvo sus salones tan repletos de gente, cámaras y devotos ministros, arropando al próximo candidato a presidente del Ejecutivo en el primer acto electoral de la campaña que se avecina.
"Yo hice el libro pero el autor es el presidente", aseguró Irene Lozano, secretaria de Estado de política Global, quien se limitó a dar forma a muchas horas de conversación, cortando de raíz las maledicencias que se vierten estos días sobre la autoría de la obra. Pedro Sánchez salió airoso del reality que dirigió Mercedes Milá con su habitual desparpajo, falsamente agresivo, falsamente inquisitorial y en el fondo entregada a la causa y con evidente síndrome de Estocolmo. ¿Enamorada de Sánchez?
Mercedes le preguntó por el famoso colchón, el único enser que el matrimonio Sánchez innovó en el mobiliario de Moncloa, aunque los propagadores de bulos aseguraban que Pedro y Begoña se habían gastado 500.000 euros en decoración. Begoña Gómez le desveló a Milá que también se habían comprado un par de almohadas.
Padro Sánchez habló bien de Rajoy, al que dice que respeta y aprecia, y al que siempre apoyó en el tema catalán ("no como otros"). "Cataluña nos unió", dijo el presidente. Pero cuando el acto empezaba a decaer por tanto mensaje político y por las patas de banco de Calleja, Milá encontró el punto canalla a tanto buenismo y al preguntarle por otros adversarios actuales como Casado o Rivera, soltó que en este momento, el de Ciudadanos estaba en otras cosas: "Como ligarse a Malú", dijo la ex presentadora de Gran Hermano. "Yo le conocí a su primera mujer y a la segunda", añadió Mercedes ante la cara de póker de Pedro Sánchez y los rumores jocosos de la sala. "Es que el factor humano es importantísimo" (en la política), justificó ella, buscando una coartada por haber metido en medio de semejante acto la morcilla del cotilleo que une a la cantante Malú con Albert Rivera.
Mientras hacía propaganda de su inminente programa en Movistar, Scott y Milá, cuyos protagonistas son su perro y ella, Mercedes aprovechó la ocasión para sugerir que Scott y la perrita de los Sánchez inicien una relación. El mensaje final de desterrar el odio, el desprecio y los insultos mereció aplausos generalizados. Y la presentación terminó sin el cóctel habitual y con desbandada general.
Begoña Gómez, de sastre blanco impecable, se fue sin hablar con la prensa para dejarle todo el protagonismo a su marido. La vicepresidenta Carmen Calvo, los ministros Pedro Duque, José Luis Ábalos y Margarita Robles huyeron en disciplinada comitiva. Ya estamos en campaña.