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Pedro Cavadas, el 'doctor milagro', está divorciado y tiene dos hijas adoptadas
Silvia Armesto
Lo dejó todo tras un duro golpe, abandonó una vida de lujos al morir su hermano, visitó Kenia y decidió dedicarse a los demás aunque no puedan pagarle. Arriba le vemos tras una reconstrucción parcial del rostro y la mano izquierda de un paciente keniano atacado por una hiena.
Cavadas trabaja entre su Valencia natal y África. En Kenia es donde suele pasar más tiempo, pero también en Tanzania, donde practica la caza con arco. Hombre de ciencia, lee solo obras especializadas para poder estar al día en cirugía reconstructiva.
Divorciado y con dos hijas adoptadas en China, Ruolan (18) y Xiaodan (14), reconoce que antes era consumista y caprichoso. Era "un pobre diablo", dice de sí mismo. "Siempre fui así, pero me di cuenta y por lo menos ahora he tenido la valentía de quitarme un montón de lastres. Querer tener y tener genera una situación de infelicidad continua hasta que te das cuenta. No soy yo la Virgen María, pero creo en una distribución razonable de la riqueza", asegura.
Tenía tres Porsches y ahora se mueve en bicicleta. Pedro Cavadas, conocido como el doctor milagro por los logros que consigue gracias a sus operaciones inconcebibles, es un héroe más que un cirujano, aunque sea una eminencia de la medicina.
Cavadas pasará a la historia por ser el responsable del primer trasplante de cara en España y sus operaciones salen reseñadas en las mejores publicaciones del planeta. Su pasado de magnate quedó atrás y tras la muerte de su hermano, hizo un viaje a Kenia que le cambió la vida: ahora se dedica en cuerpo y alma a los demás, aunque sean pobres.
Junto al marine estadounidense que sufrió un accidente en un submarino y al que le reimplantó la mano.