La estilista Cristina Rodríguez, víctima de acoso: "Un profesor me tocó cuando estudiaba moda"

La experta en moda es la última mujer conocida en dar un paso al frente para denunciar que ella también sufrió acoso por parte de un hombre que además era su superior: "He vivido tantas situaciones desagradables... Cuando estudiaba Moda, hubo un día en el que me probaba unos bañadores y un profesor se propasó conmigo. Me tocó".

Y no ha sido la única: "El hombre piensa que somos de su propiedad. Si nos quieren tocar las tetas, nos las tocan. Yo iba caminando por la calle con una amiga, pasó un chico con una bicicleta y me tocó las tetas". Valiente, Cristina Rodríguez (49) ha desvelado haber vivido situaciones muy incómodas a lo largo de su carrera y de su vida. Lo ha hecho en la presentación de su libro, De mujer a mujer: "Me han dicho cien millones de veces, cuando empezaba en el trabajo, que vestida así nunca iba a llegar", ha explicado en una entrevista con El Mundo.

Feminista reconocida, ha exigido dejar de criminalizar a la mujer: "No violan a una mujer porque fuera en minifalda. La violan porque su día, porque se cruza con quien no se tiene que cruzar. Hay una cosa que dice la gente y que no puedo soportar: 'A ti te ha pasado menos porque tú pones el freno'. Y yo digo que no es verdad, que es probable que no haya estado en los sitios adecuados. Si te tocan las tetas y no sabes decirle que es un capullo, ¿tú eres la mala?".

Sin pelos en la lengua, ha opinado también sobre la polémica de Leticia Dolera y Aina Clotet: "Yo he trabajado con Aina Clotet hace poco, estando embarazada ella de cinco meses y no se le notaba el embarazo. Creo que, como empresaria, Leticia ha hecho algo que casi todos los empresarios harían, que es cuidar su proyecto".

La estilista, que también ha sido víctima del machismo por parte de algunas parejas ("he tenido novios que me decían que no salía así vestida"), se muestra ahora encantada con su nuevo novio, el director de Fiat España, Raúl García Gil: "Es muy divertido, pero muy pudoroso. Es un directivo, pero no tengo que hacerme la guay ni la intelectual. Nunca me he sentido más libre que con él. Cuando estoy enfermita me da masajes de la cabeza a los pies. Y luego follamos, claro".