Actualidad

La sonrisa de Amancio Ortega: así fue el día más feliz del hombre más rico de España


    Silvia Armesto

    Ni todo el dinero del mundo, que en el caso de Amancio Ortega debe andar por los 60.000 millones de euros, podía comprar un día bueno en Galicia a mediados de noviembre. Y sin embargo, hasta el tiempo acompañó. Tal vez por eso, y por ver casarse a su niña pequeña, el español más rico, sexto del mundo según dicen, nos regaló este viernes su mejor sonrisa en 82 años, al menos de las que hemos podido ver los mortales. Tal vez pudiera competir con tanto regocijo aquella emocionante estampa del magnate y fundador de Inditex, en el vídeo que le montó su hija cuando cumplió 80 añazos. Suponemos que los nacimientos de sus hijos, del nieto Amancio y otros momentos también pintaron sonrisas amplias en su cara de hombre bueno, pero podemos decir que este viernes fue sin duda de los más felices para el hombre con más dinero. Así pasó su día happy day  Amancio. Por cierto, sin esmoquin, como dijimos. 

    Eran exactamente las 12:43 horas del viernes 16 de noviembre cuando el notario Francisco Manuel Ordóñez, amigo personal, de Amancio, accedía a la casa de la familia que manda en Inditex. Se trata de un imponente inmueble situado en el paseo de la Dársena, zona conocida como O Parrote. En el acto casi íntimo de la firma notarial que daba fe del matrimonio, o sea, en casa, había 40 personas. Más tarde, en el Náutico, había 400. Cuando Marta llegó al Náutico ya era de nuevo una mujer casada, aunque en separación de bienes. ¿Otro motivo de regocijo para don Amancio?

    Apenas una hora y pico después de la llegada del notario, sobre las dos de la tarde, el 'sí, quiero' de Marta Ortega y Carlos Torreta era ya un hecho. La tercera hija del fundador de la empresa más importante de España, al menos por capitalización bursátil, es desde ese momento esposa del booker de modelos, hijo del diseñador de argentino Roberto Torretta.

    Carlos y Marta habían pasado la noche anterior en la misma casa donde se certificó el casamiento, el mismo piso en el que la benjamina del magnate leonés, gallego de adopción, vivió nada más casarse con su primer marido y padre de su hijo Amancio, el jinete Sergio Álvarez. Decíamos "imponente" propiedad porque es una edificación de cuatro plantas, con una superficie construida de 3.000 metros cuadrados que cuenta con una de las mejores vistas del puerto de la capital gallega. 40 privilegiados fueron testigos este viernes del 'sí, quiero'.

    Camareras uniformadas de azul con delantales blancos desfilaban por el muelle hacia la casa para llevar todo lo que hiciera falta, incluyendo manjares y viandas elegidas, cocinadas y supervisadas por el chef con estrella Michelin Pepe Solla, en quien confiaron los Torretta - Ortega para dar de comer a los cerca de cuarenta comensales allí reunidos. Uno de los platos estrella fue merluza de pincho de Celeiro.

    Los padres del novio fueron de los pocos rostros reconocibles que cruzaron la puerta de la casa de O Parrote. Roberto Torretta y su mujer, Carmen Echevarría, aparecieron vestidos con tonos oscuros, verdadero dress code generalizado entre la mayoría de invitados, exceptuando un fucsia de Samantha Vallejo Nájera que solo se explica porque se volvió loca cuando decidió ponerse eso.

    Tanto Carmen como la hermana del novio, María, vestían creaciones de Roberto Torretta. Massimo Dutti fue el toque Inditex, el que vestían los niños presentes en la ceremonia, y también el de los testigos por parte de la novia.

    Como habíamos previsto desde Informalia, Marta Ortega eligió un Haute Couture de Valentino, trabajo personal de su amigo Pierpaolo Piccioli, director creativo de la maison italiana. Recordemos que Marta asistió al su último desfile en la Semana de la Alta Costura de París. Una cinta azul en la muñeca y velo y solo dos joyas: pendientes y anillo, completaron su impecable outfit rosa claro, color que sin duda marcará tendencia desde ahora para las novias de España y puede que de medio mundo. Palabra de Valentino, aprobada por Marta Ortega. Casi nada. Lástima que el fotógrafo Peter Lindbergh siga fiel a su manía de disparar solo en blanco y negro y lo del rosa no se note en las imágenes difundidas.

    Entre los invitados a la boda en la casa, la mayoría de ellos llegados en avión, se repartió un regalo nada más acceder chez Ortega. Todos los que no lo rechazaron dispusieron chófer y vehículo a cargo de los novios. El aeropuerto de A Coruña tuvo este viernes completamente lleno su cupo de jets privados: hasta seis.

    Entre los invitamos que pudimos ver destacamos al presidente de Xunta Alberto Núñez Feijóo y Eva Cárdenas, ex directora ya de Zara Home, Samantha Vallejo-Nágera, los hijos de Alberto Cortina, Alonso Aznar, (nada simpático, por cierto), Athina, la amazona y nieta de Arstóteles Onassis, Eugenia Silva, íntima de Marta, con su marido, Alfonso de Borbón, el fotógrafo Marcp Severini (ex de Nieves Álvarez), la actriz Amaia Salamanca y su novio, el empresario Rosauro Varo, Laura Vecino y Rafael Medina, que trabaja para inditex, o Jon Kortajarena se dejaron ver brevemente y alguno de ellos fue piropeado por la calle.

    Los novios llegaban hasta el Náutico en un Mercedes de color negro hasta la puerta principal. Ni se besaron ni se soltaron la mano. Marta repetía con Valentino, esta vez con un tuxedo negro del italiano combinado y zapatos de tacón con pulsera y top transparente con gran escote Después de los novios llegaron Roberto Torretta y Carmen Echevarría. Casi a la vez, veíamos a los padres de Marta. No será fácil encontrar imágenes de Amancio Ortega tan feliz, ni tampoco de Flora Pérez-Marcote.