Campanas de boda para Jaime Martínez Bordiú en pleno tsunami de la exhumación de Franco

Cumpliendo el pacto de silencio sellado entre ellos, los nietos de Franco siguen gestionando con total hermetismo el reparto del legado de su madre, fallecida el pasado diciembre. Las valiosas propiedades inmobiliarias de la familia del dictador están a la venta y nada trasciende de si se han realizado alguna de las operaciones en marcha.

Sin embargo, de lo que ya disfrutan los siete hijos de Carmen Franco es del dinero contante y sonante que les dejó su madre. Este detalle ha reactivado los rumores de la posible boda de Jaime Martínez-Bordiú, de 54 años, y Marta Fernández, la novia con la que convive desde hace años en su casa de Villafranca del Castillo Madrid). Gente cercana a los Franco ya habló de boda en la primavera de 2016. Al parecer Jaime, negociaba con la revista Hola la exclusiva del enlace. Finalmente no hubo ceremonia ni reportaje, pero ahora que Jaime dispone de liquidez por la herencia de su madre y se nota que la el hijo de Carmen Franco viaja de un lado a otro y vive a lo grande, algún periodista le ha preguntado si habrá boda. Lo han hecho este fin de semana en la final del torneo de Polo de Sotogrande. Jaime no quiso responder sobre el tema pero tampoco negó que fuera a casarse.

La visita de Marta hace unos meses a una clínica ginecológica especializada en fertilidad, hace pensar en el deseo del futuro matrimonio de formar una familia. Marta Fernández ha sido una buena compañera para el menor de los varones Martínez-Bordiú, divorciado de Nuria March y padre de un chico, Jaime, que cumple 18 años y es además de inteligente y educado, un buen estudiante. Marta le acompañó en sus peores momentos y le ayudó a superar sus adiciones, algo que ha costado años y mucha entrega.

Después de su separación de Nuria March, Jaime tuvo problemas graves con las drogas. Fue acusado de malos tratos por una novia, Ruth Martínez,  y un año después, en 2010, fue interrogado por la Guardia Civil por posible tráfico de cocaína. Un alijo de seis kilos incautado en Valencia condujo a la detención de dos colombianos que tenían en su poder una tarjeta Visa oro y un carné de patrón de barco de Jaime Martínez Bordiú. La Guardia Civil consideró que el carné naútico serviría para trasladar la droga a Ibiza en un barco. Martínez-Bordiú alegó que les había prestado la documentación por amistad y que ignoraba que fueran a hacer algo ilegal con ella. Hoy Jaime es otra persona: rico, feliz y junto a la mujer que ama.