Actualidad

Pablo Iglesias e Irene Montero: 50 días dedicados a sus mellizos prematuros


    Silvia Armesto

    La situación personal del líder de Podemos y de la portavoz de la formación morada en el Congreso, por el prematuro nacimiento de sus mellizos tras solo 27 semanas de gestación, está exigiendo al padre y a la madre una dedicación plena hacia sus hijos. La evolución de los pequeños estaba siendo positiva en las primeras semanas pero nuevas dificultades surgieron hace días y algunos medios llegaron incluso a especular con la posible retirada de la política por parte de ambos. 

    Los médicos han explicado a los progenitores que los cuatro primeros años de vida de sus hijos serán claves en su desarrollo y que en ese periodo de tiempo necesitarán de cuidados específicos para salir adelante. "No se han dado plazos para regresar", nos dice una fuente Podemos, desde donde se limitan a repetir que estarán dedicados a los bebés "durante los meses o años necesarios". 

    La innegable dependencia de Podemos hacia Pablo Iglesias e Irene Montero se ha hecho notar y cuando se cumplen 50 días de la llegada de sus hijos al mundo, queda claro que ni Ione Belarra, portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, y sustituta de Montero, ni Pablo Echenique, que ha asumido el papel de Pablo Iglesias, logran mantener a Podemos en el top de la política española. "Pablo e Irene son difíciles de sustituir. Seguiremos trabajando como hemos hecho siempre, en equipo", reconocía la propia Ione a principios de verano, pero pocos dudan ya de que el gran gran vacío dejado los padres prematuros durante su baja crecerá con el inicio del curso político en los próximos días. La falta de liderazgo coincide con el evidente rearme del PSOE, que capitaliza el feminismo más progresista o el antifranquismo.

    A poco más de una semana para la rentrée de septiembre, las noticias que se filtran sobre la delicada situación de los mellizos nacidos tres meses antes de lo previsto refuerzan la idea de que sus padres, como es lógico, lo han dejado todo para estar pegados día y noche a quienes son y serán ya para siempre su prioridad en la vida, por encima de cualquier revolución, al menos mientras Leo y Manuel les necesiten.

    Pablo Iglesias e Irene Montero anunciaban el pasado 31 de marzo que iban a ser padres por partida doble. Más tarde comunicaron los nombres elegidos para sus hijos. "Lo ha decidido Irene", dijo Pablo Iglesias con una sonrisa de padre al que se le cae la baba. Iglesias ya había contado que el primer apellido de sus hijos iba a ser el suyo. "Lo hemos sorteado y ha salido Iglesias. Creo que no es justo que alguien se apellide porque sí como se apellida el padre. Creo que eso lo deben decidir el padre y la madre libremente. Y en este caso nosotros optamos por el sorteo, que nos parecía la fórmula más sensata en este caso", explicó.

    Tanto el líder de la formación morada como su novia se mostraron muy ilusionados de la llegada de sus melllizos. "Como futuro padre, quiero compartir al 50% las tareas con mi pareja, no quiero ayudarla, quiero repartir el trabajo con ella", manifestó. Y así está ocurriendo: por eso ni uno ni otra están apareciendo apenas en la escena pública. "Espero que el PSOE nos apoye en que los permisos tienen que ser iguales, remunerados al 100% e intransferibles, el derecho a cuidar de tus hijos no se tiene que transferir porque es la única garantía de que no lo haga siempre la mujer", apuntó Iglesias aprovechando el tirón de su paternidad. 

    Los políticos criarán a sus hijos en Galapagar, donde adquirieron con gran polémica y plebiscito interno incluido, un chalé valorado en algo más de 600.000 euros. "Llevamos mucho tiempo buscando una casa en el campo donde poder avanzar en nuestros proyectos como familia y en concreto para poder cuidar a nuestros hijos con algo de intimidad", explicaron. "Para nosotros es difícil no llamar la atención desde el momento en que pisamos la calle y nos gustaría que nuestros hijos puedan vivir su infancia de la forma más normal posible", aseguraron.