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El sorprendente cambio de última hora en el testamento de Luis Gil, el joyero de la alta sociedad


    Informalia

    Luis Gil falleció el pasado enero a los 90 años de edad, dejando tras de sí una gran carrera que le llevó a ser uno de los maestros de joyas favoritos de personalidades de la talla de Carmen Franco, Aline Romanones o Naty Abascal. Pese a llevar tiempo retirado, Gil tenía un gran patrimonio, que ahora se convierte en motivo de disputa entre sus familiares por un cambio de última hora en el testamento.

    Al parecer, Gil estaba en el hospital con un tumor cerebral cuando una de sus sobrinas fue a visitarle con un notario para firmar un último testamento. En el mismo, el joyero dejaba todas las propiedades que poseía a su sobrina. Entre ellas se encontraban un piso en la calle Serrano, una casa en la sierra y otros inmuebles, además de todas sus joyas.

    Este cambio de testamento no ha sentado nada bien a las personas más cercanas al joyero, quienes aseguran que ya estaba muy enfermo y que van a plantearse tomar medidas legales. Los amigos de Luis Gil consideran que él tenía otros planes respecto a su herencia, tal y como les había comentado.

    Aunque pueda ser desconocido para el gran público, lo cierto es que Gil era conocido en la alta sociedad por sus creaciones, sus remodelaciones de piezas de otras generaciones y la actualización de clásicos heredados. De la misma manera, fue el responsable de la renovación de un parure de esmeraldas de la maharaní de Kapurthala, que el Conde de Romanones acabó regalándole a su mujer, la recientemente fallecida, Aline Griffith.