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El padre de la Reina cambia de imagen: se quita la barba cuando su yerno se ha abonado a ella
- Jesús Ortiz se afeita después de años
J. Moriarty
El abuelo de la futura reina de España es un hombre coqueto. Todas las fuentes consultadas sin excepción coinciden en que le gusta cuidarse y presentar buen aspecto. El periodista no renuncia a tomar un aperitivo con su mujer pero a sus casi 68 años tampoco falla en sus visitas al gimnasio, dos o tres veces a la semana. Siempre va vestido de traje al trabajo y lleva el pelo impecablemente teñido. Ahora ha tomado una decisión que nos da una excusa para regresar a la figura del padre de la reina, un hombre que mantiene un perfil bajo pero que ha cambiado de imagen: se ha quitado la barba. Ya le habíamos visto sin ella pero llevaba años sin quitársela. ¿Será por llevar la contraria a su yerno, Felipe VI, que parece que se ha abonado a ella?
Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano formaron durante décadas un matrimonio fruto del cual nacieron tres hijas. Una de ellas ha llegado a convertirse en reina. Diferencias irreconciliables entre la pareja acabaron con el divorcio. Las desavenencias fueron tan graves que incluso no se vieron ni se hablaron durante más de cinco años. Hasta que el compromiso oficial de su primogénita con el entonces Príncipe de Asturias les obligó a volver a cruzar sus miradas. Por decreto...
Desde entonces, el periodista y la enfermera decidieron aparentar que entre ellos existe una relación cordial. Sin embrago, a Jesús le costó tragarse el sapo aquel lluvioso 22 de mayo, cuando, en la catedral de La Almudena echó de menos a su esposa ausente, Ana Togores, que tuvo que quedarse en casa viendo el bodón por la tele, vetada por su hijastra Letizia, que se volvió católica practicante en el mismo instante en el que Antonio María Rouco Varela la convertía en princesa de Asturias por su matrimonio con Felipe de Borbón y Grecia. La propia Letizia era una mujer divorciada pero su matrimonio ante Dios no existía igual que el de Ana Togores y el de su padre tampoco. Togores es periodista como la reina y como su marido. Es la Directora de Comunicación del Consejo General del Notariado de España y de la revista Escritura Pública. Por cierto que estaba prevista la asistencia del Rey a la reunión con la nueva promoción de los notarios, en los próximos días, donde habría coincidido con la mujer del padre de su esposa, pero por la situación catalana ha cambiado su agenda.
La relación entre Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano ha continuado siendo cálida en sus apariciones públicas, pero aseguran que más allá de la foto siguen siendo fríos. Letizia guarda las formas con ambos y reparte sus visitas navideñas y sus afectos como mejor queda en el dibujo protocolario pero el hecho es que 13 años después, Paloma Rocasolano ejerce de 'reina madre', incluso más que la propia doña Sofía en ocasiones. En cambio, Jesús Ortiz, padre de la reina, abuelo de la futura reina de España si nadie lo impide, sigue llevando una vida alejada en lo posible de los focos. No es el caso de Paloma Rocasolano.
La madre de la Reina ha aparecido en ceremonias de entrega de los premios que ahora llevan el nombre de su nieta desfilando como un premiado más. Aquella mujer tímida que sonreía con discreta humildad en el palacio del Pardo durante la celebración de la pedida de mano de Letizia hoy es consciente del poder de su hija, y posiblemente del poder de ella sobre su la mismísima reina. Es u madre, y la indñfluencia mutua entre ellas tiene toda la lógica. Cirugías y tratamientos estéticos completan la imagen de Paloma Rocasolano, que trata de disfrutar de una jubilación dorada a sus 65 años cumplidos en primavera.
Jesús Ortiz sin embrago ha tratado durante todos estos años de pasar desapercibido dentro de lo posible. Su vida no es de 'rey padre', que sepamos. Sobre las ocho de la mañana abandona el piso que comparte con Ana Togores en Prado del Rey (Madrid) y se encamina hacia su trabajo en Estudio de Comunicación, una de las principales consultoras especializadas en relaciones públicas en la que Ortiz ejerce de comunicólogo desde hace décadas.
Jesús, que utiliza a menudo el transporte público para desplazarse, pasa desapercibido entre los viandantes. Suele comer con compañeros en una cafetería de su trabajo su trabajo. El padre de la reina cuida su aspecto y y está estupendo a sus casi 68 años (los cumple el día de Nochebuena) pero no renuncia las tapas. Cuatro días a la semana suele ir con su mujer a un bar de la zona de Rubén Darío para tomar algo. Eso sí, para compensar los excesos al menos dos días a la semana Ortiz suele ir a un gimnasio que está a diez minutos de su casa a pie.
Ante la imposibilidad de profundizar en las causas de este repentino cambio de imagen que ha supuesto quitarse la barba solo nos queda preguntarnos por qué. Puede ser sencillamente porque le apetecía, por problemas dermatológicos, para parecer distinto, o más joven. Hagan apuestas.