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Javier Saavedra se enfrenta a cinco años de cárcel, acusado de estafar clientes

  • El abogado de los famosos, en el banquillo

Martín Alegre

Este martes empieza en la Audiencia Provincial de Madrid la primera vista oral del juicio contra el abogado Javier Saavedra, denunciado por el empresario catalán Javier Rigau, el que se casó con Gina Lollobrigida, y también antiguo cliente del conocido como abogado de los famosos.

No es el único personaje público que ha denunciado a Saavedra. Elena Tablada, Nati bascal y Ana Obregón se han quejado igualmente de sus actuaciones como defensor, por las que cobró minutas que algunos de sus clientes consideraron "desorbitantes" cuando, al parecer, en algunos casos ni se presentó a defenderles en los juicios. Fueron, en versión de algunos de los afectados, procesos que estos clientes no solamente perdieron, sino que costaron mucho dinero en costas.

Javier Rigau calcula que las presuntas torpezas o estafas de Saavedra le han supuesto pérdidas de un millón de Euros. La Fiscalía pide cinco años de cárcel para el abogado por un delito de deslealtad profesional, delito continuado de estafa, agravado por el abuso de relaciones personales, y un delito de apropiación indebida, así como una indemnización a Rigau de 433.083 euros, según consta en el escrito de acusación.

La vista durará varios días ya que hay muchos testigos citados. La abogada del empresario catalán, Teresa Bueyes, llamará a testificar a Sofía Mazagatos, otra de las perjudicadas por Saavedra. Por su parte, el abogado, quería que sus antiguos amigos Rocío Carrasco y Fidel Albiac testificaran a su favor, pero el matrimonio se ha negado, al parecer por una supuesta deuda de Saavedra, que habría pedido un préstamo al marido de Rocío Carrasco que al parecer no le habría sido devuelto.

Finalmente Javier Saavedra llevará como testigos a su chófer y a un amigo de Marbella, y su argumento o excusa por no haber comparecido en los juicios de sus clientes es que estaba como defensor en otras vistas y no le permitían los jueces ausentarse.

Saavedra también culpa de las demandas no presentadas pero cobradas a sus clientes a Fátima, una antigua asistente que falleció de cáncer hace un tiempo y evidentemente no puede testificar. Saavedra ha negado que sea su firma la que figura al pie de algunos de estos recibos cobrados, pero los peritos calígrafos aseguran que es su letra.

Difícil panorama se le presenta al que también fue defensor de la duquesa de Alba o el ex alcalde de Marbella Julián Muñóz. De ser condenado, Javier Saavedra se enfrenta también a una inhabilitación profesional que le impediría seguir ejerciendo la profesión.